viernes, 6 de noviembre de 2020

Placeres burgueses

 Entré a trabajar hace un par de meses. No trabajar de verdad, sino que estoy haciendo teletrabajo y es maravilloso. 

No el trabajo en si, porque bueno, es un trabajo de oficina, con la diferencia de que no es en la oficina y por tanto no tengo que viajar 4 horas diarias. 

Lo maravilloso es que tengo dinero y he podido gastarlo en todas las banalidades que se me han dado la gana, cosa que después de dos años sin recibir ni uno, pues se agradece. 

Además hice retiro del 10% y me lo gasté en puras weás, para dolor de los intelectuales de twitter y del buen ministro briones, que espero no se entere que encargué una paleta de sombras a USA, una bebedero para una gata que probablemente me odia y ropa. 

Me compré ropa porque no me compraba calzones hace 4 años conchetumadre! que chucha te importa en qué me gaste la plata? ay, es que hay que ser pobre, hay que haber perdido el trabajo, y si me quiero comprar un lujo, ay, es que me tengo que comprar libros también. 

¿Qué libros querís que compre? Las weás que lee Karol Dance... carpe diem conchetumadre. 

Fachos qlios, como los odio. En fin, ya me curé. 

Yo venía a contar, por sobre todas las superficialidades, que también me hice socia de Ciper y de la Tercera, y el jueves me metí a un conversatorio de zoom, que se llamaba "Como impedir que las elites se tomen la constituyente?". Spoiler, no se puede. 

Pero me sentí de pronto de lo mas sofisticada. Porque además, encontré en instagram una tienda en la que te suscribes y todos los meses te mandan 4 botellitas de vino para que los pruebes, así que en algún momento de la vida seré alguien que sabe de vinos. 

Además que Rodrigo tomó un curso de cata de vinos cuando tenía como 5 años y obvio que se acuerda de todo... porque esas cosas no se olvidan. 

Así que me he vuelto de lo mas aspiracional, pero confío en que se me vaya quitando a medidad que vaya adquiriendo cosas y descubra que esas cosas no me dan felicidad, solo ayudan a obtenerla. 

Bueno, también me hice socia de una fundación para perros y otra fundación para gatos, así que mi conciencia está mas tranquila. 

Me falta comprar una compostera y entonces me sentiré como capitán planeta. 

También me compré un libro, si una no es fierro tampoco. 

Los derechos humanos de los carabineros

El otro día una amiga me contaba que le había tocado convivir un par de días con la pareja de su tío, que resulta ser una mujer tremendamente facha.

Para mas remate, justo estaban viendo las noticias, el viernes previo al plebiscito y justo tocó que alguien atropelló a un paco. 

Entonces salió esa frase, que Ena Von Baer y cuanto otro honorable de derecha monga ha repetido "¿Y qué pasa con los derechos humanos de los carabineros?". Y es que si, los carabineros también son personas. 

Una podría ser empática, y pensar que todas las personas tienen su visión de mundo, tienen miedo, rabia y resentimiento y si tienen la fortuna de encontrar un enemigo real o imaginario para acharcarle la raíz de todos sus malos, pues no lo van a soltar por nada. Pero pico, yo pensaba, al igual que mi amiga "cállate vieja qlia facha". 

"Dile que si querían tener derechos humanos, pues que pa qué se hicieron pacos". Le dije a mi amiga, por whatsapp, visceralmente, pensando que es el tipo de respuesta que dan los fachos para todo. Que no son blancas palomas, que en algo andaban... etc. 

Me acordé que había un libro que se llamaba "Como hablar con un progre", que probablemente dice cosas fachas. Y me puse a pensar que tal vez yo podría escribir un libro que se llame "Cómo hablar con un facho" y entonces ocurriría por primera vez en la historia que alguien le copia algo a la derecha y no al revés. 

Me acordaba también de mis clases en el instituto, donde tuve un ramo de derecho penal. 

En derecho penal vimos los delitos mas comunes, homicidio, lesiones, violación, cosas piola, no? Bueno, pues así es el derecho penal po. 

Me acuerdo que con el delito de violación hubieron varios problemas de comprensión. Ocurre que para que un delito se considere violación, tiene que adecuarse a lo tipificado en el código penal como tal. Por su parte, el libraco lo define como "acceso carnal, por vía oral, anal o vaginal", en diferentes casos, porque también habla del estupro y esas cosas. 

Ocurre que para que sea considerado "acceso carnal" tiene que haber un pene de por medio. Es decir, una mujer no puede cometer un delito de violación. Machitos, pueden celebrar. 

Cuando el profe nos dice que tiene que haber un pico dentro de la cuestión, nosotros pensamos inmediatamente en la impunidad aplicada a todo aquello que no incluyera un pene y en como los señores que redactan las leyes no tienen ninguna imaginación. Pero ocurre que, tan solo 4 artículos mas abajo, en el mismo código penal, hay un buen artículo que dice que todo lo aquello que se cometa en las mismas circunstancias que en las descritas para el delito de violación pero sin un pene, recibirán la misma pena. Lo que se conoce como abuso sexual impropio... o propio, ya no me acuerdo. 

Entonces pienso en que a nosotros nos tomó toda una clase comprender eso, de hecho, creo que hubieron compañeros que simplemente no lo entendieron, y eso me lleva a pensar en lo complejo de explicarle a un facho como funcionan los delitos de lesa humanidad versus un pelao pegándole a un paco, en como no es lo mismo que la autoridad abuse de su poder mientras un cabro anda tirando piedras o en el peor de los casos, pegándole con una cadena a un paco. 

Es decir, el que comete delitos contra la autoridad también es sancionado, solo que no al nivel de saciar la sed de venganza del facho recalcitrante, pero es que, loco, no existe semejante weá en una sociedad civilizada po. 

En fin, hoy me tomé una cerveza, porque la semana fue larga y estoy entoná. 


miércoles, 24 de junio de 2020

La curva de la resignación

Hace años atrás, estuve una semana creyendo que tenía angiosarcoma. Yo, jurando que todo el mundo había visto House MD igual que yo, agarraba un tono dramático y lleno de pausas para decirle a mis seres queridos "lo mas probable es que tenga un angiosarcoma". Podía escuchar el sonido del violín dramático al final de mi frase y luego el rayón de disco cuando el merme del otro lado del teléfono me decía "que es eso?". Les faltaba agregar "se come?". 
UN CANCER CTM, UN CÁNCER! Grave, raro y turco.
Pero eso fue porque el primer médico que me vió era un idiota y no fue capaz de comparar el escaner de esa fecha con el del año anterior, cosa que si hizo la buena cirujana de tórax la semana siguiente, donde vió que la masa misteriosa en el pulmón ya estaba del 2016 y de ahí al 2017 un angiosarcoma me habría matado. Así que el que estuviera viva y coleando, era evidencia de que era muy poco probable que fuera un angiosarcoma. Podía ser cáncer aún, pero al menos era menos agresivo.
Pero entre ambas noticias tuve una semana de meditación y melodrama, de mi viviendo cada día como si fuera el último, pero como Homero Simpson, llorando porque iba a morir. 
Me acuerdo que quise dármelas de Walter White y tuve toda la intención de no decirle nada a nadie, hasta que pudiera levantar mi propio negocio de metaanfetamina, pero llegando a la casa veo a Rodrigo y me desmorono llorando, que puedo tener cáncer, que me voy a morir en 6 meses. 
A mi mamá y a mi suegra no les mencioné el cáncer, y mi amiga mas cercana al parecer no retuvo la información, porque hace un par de meses hablábamos sobre el tema y ella no recordaba de la amenaza constante del cáncer. Bueno, fue una de las que me dijo "que es eso?" cuando le hablé de angiosarcoma. 
Me acuerdo que en esa semana fuimos dos días donde mis suegros, y cuando viajábamos de vuelta, Rodrigo me decía "qué haremos para las vacaciones?", que iban a ser en varios meses mas, y yo pensaba "tal vez no esté viva para las vacaciones". Y así, pensando cosas melodramáticas todo el tiempo. Tan exagerada yo, no?
Y bueno, la cosa es que con todo aquello tuve que verme frente a frente con la visualización de mi propia mortalidad, cosa que una siempre sabe pero que ignora. Porque en realidad, es fácil morirse, se puede caer un auto encima y fuiste buena, pero una no vive pensando en eso, porque bueno, nos volveríamos locos. Y en la vida real la amenaza del cáncer no es como en las películas, donde rápidamente te hacen un examen y te dicen si tienes cáncer o no, o si el tumor es benigno, y si es maligno hasta te dicen cuántos meses te quedan de vida y entonces tu puedes planificarte. "Uy, si, alcanzo a escribir mis memoria, podré hacer un emprendimiento o terminar un proyecto porque en realidad no me faltaba el tiempo, solo la disciplina" y esas cosas. Pero en la vida real no es así po, de hecho, entre que me dijeron que podía tener un angiosarcoma hasta que finalmente me operaron para decirme "en realidad no sabemos lo que tienes, pero cáncer no es así que te daremos corticoides por si se te quita con eso" pasó un año. Un año de "creemos que no es cáncer", "parece que no es cáncer", "estamos seguros de que no es cáncer... bueno, casi seguros", "en los exámenes de imagen no sale nada, es probable que tengamos que operar", "en la biopsia rápida no salen células cancerígenas", "bueno, no tenemos suficiente muestra para saber bien qué es, así que tendremos que operarte de nuevo... pero no es cáncer", "nadie sabe lo que tienes, ni el patólogo mas patólogo de chile... creemos que es eso que dijimos al principio, que no es cáncer". Y así.
Esto se tradujo en que estuve un año creyendo que algo potencialmente mortal crecía en mi y luego estuve un mes creyendo que perdería un pulmón entero. 
Y luego de todo eso aparece un virus potencialmente mortal, terriblemente virulento y que no sabemos como va a funcionar en el organismo de cualquiera de mis cercanos y el mismo mío. Pero prefiero pensar que todo el hueveo de creer que tenía cáncer y de visualizar mi mortalidad, me entrenó para tomarme con andina toda esta situación que tiene estresado al mundo, por decirlo menos, y de aprender a evadir la idea de que uno se va a morir con gracia, mediante la superficialidad y la evasión de la realidad. Así que en rigor, estoy mas preparada mentalmente mas que todos ustedes, suckers!

  

martes, 9 de junio de 2020

De las culpas

Ayer tuve que ir al hospital, porque como el médico me dió anticoagulantes en septiembre/octubre (ya no me acuerdo en realidad) y los anticoagulantes requieren control mensual, porque según el nivel de coagulación me ajustan la dosis... la cosa es que tuve que ir al hospital salvador, a que me pinchen y luego me den los remedios.
Así que acá estoy, contando 14 días... again.
Pa mas cacha, me citaron de nuevo para comienzos de julio, así que habré contado 14 días y habré descansado como una semana para luego volver al hueveo en el hospital. 
Y entre medio probablemente tendré que contarle los 14 días a alguien mas. 
Llegué a un punto de agotamiento del que me está costando recuperarme para hacer las cosas divertidas, porque al final la weaita de andar lavando todo lo que ingresa a la casa y andar lavando todo en general termina agotando. 
El paseo por el hospital ya agota, no solo porque es un hospital, sino porque la gente es gente y no cambian sus hábitos por una simple pandemia, y los weones que no respetaban el espacio del resto antes tampoco lo hacen ahora, total, andan con mascarilla. 
Igual ayer fue menos agotador que a fines de abril, porque ahora yo andaba con mascarilla y escudo facial improvisado, que si bien no me permitió ver nada porque se me empañó y no lo quise tocar hasta que estuve lejos de la gente, me ayudó a sentirme menos irritada cuando algún weón se paseaba a menos de un metro de distancia de mi. 
En twitter vive cual levadura en el refri la eterna discusión de "la culpa es de la gente" v/s "la culpa es del gobierno" y en realidad la discusión misma, ya sin meterme, me molesta profundamente.
Bueno, yo soy partidaria de que la culpa es de gobierno, porque como buena comunista (único concepto concebible para cualquier que no apoya ciegamente al gobierno en estos días, porque la unidad y la cacha de la espada) que quiere todo gratis y solo culpa a los demás por sus fracasos, obvio que le iba a echar la culpa al gobierno. 
Lo cierto es que me molesta el formato de discusión de twitter, porque, como toda red social, aspira a arreglar al mundo en 180 caracteres, lo que genera puros argumentos tajantes que funcionan como una suerte de trinchera de conversación. 
Y pienso, weón, ésta gente no fue al colegio? A mi en historia, siempre que nos hablaban de un hecho histórico, nos daban una lista de factores que influyeron en el proceso y siempre enfatizaban en que las cosas no se ocasionaban por un solo evento. 
Pero pareciera que para el weón de twitter la revolución francesa fue porque María Antonieta mandó al pueblo a comer tortas (cosa que al parecer la chiquilla nunca dijo). 
Si en twitter se discutieran las causas de la primera guerra mundial, la discusión estaría entre "esto es culpa de la Mano negra por atacar al archiduque" v/s "la culpa es del archiduque por morirse". 
Me irrita la discusión, porque la veo cada vez que me meto a twitter, en búsqueda de otras noticias. Y es que es una paja meterse a las páginas de los diarios porque te tapan la pantalla con publicidad a cada rato, por simplemente mirar titulares. La única página decente es la BBC, pero que me informa de cosas terribles como la elefanta que se murió por comer una piña con explosivos. 
La cagaita con el covid en chile, como todo, tiene muchos factores, de los cuales la mayoría son una gran parte culpa del gobierno. 
Respecto al llamado a la normalidad la gente dice puras estupideces, como que por ejemplo, que todos somos seres humanos muy autónomos y que no estamos obligados a salir porque el gobierno lo dice. Porque a muchos les gusta vivir en esa eterna ilusión de autonomía y libertad, donde no existen cosas como la presión social o la amenaza de perder la pega, por dar un ejemplo. 
Es cierto que mucha gente salió a pesar de los llamados, las amenazas de fiscalización y las fiscalizaciones mismas, pero no se le puede atribuir esa actitud generalizada al egoísmo propio de cada persona o a un individualismo que se ha creado por generación espontánea. 
Lo cierto es que, lamentablemente, solo podemos especular cómo habría sido el comportamiento de la población en chile ante un llamado serio de parte del gobierno a no salir y a cortar el hueveo, porque en realidad no fue algo que se haya presentado a tiempo. Ahora, el gobierno hace spots apelando al miedo, porque es lo único que conoce la derecha, la amenaza, la promesa de un castigo por las acciones, el afrodisíaco de los fachos: la mano dura. 
No salgas de casa porque el próximo puedes ser tu. 
Creo que es lo mejor que se puede esperar de un gobierno de derecha en realidad, porque es su visión del mundo, la vida bajo la coerción y la amenaza. 
 

lunes, 1 de junio de 2020

Cuarentena semana algo

Tuve mi primer progreso en yoga, que fue básicamente poder poner el pie entre las manos luego de hacer el perro boca abajo... ustedes saben, yoga. Previo a eso, hice una rutina que me tuvo con las piernas adoloridas tres días, y como no tengo la mas puta idea de como funciona el cuerpo, deduje que las piernas se me estiraron y por eso dolieron tanto. Si sigo así obvio que podré jugar básquetbol. 
Hablando de cosas que se pueden hacer, me estaba dando cuenta el otro día, de que yo soy muy buena para juzgar a la gente que no puede hacer lo mismo que yo.
O sea, no solo que no puedan hacer las mismas cosas que yo, sino que cuando nos encontramos en momentos críticos, simplemente se desentiendan de la situación diciendo "es que a mi no me gusta hacer eso".
Me acordaba puntualmente de una situación particular.
Hace años atrás, se murió una tía lejana. Iba en lo mejor caminando al sillón, le dolió la cabeza y cayó al piso. Llegó toda la familia a la casa, mientras la pobre mujer seguía tendida en el piso, con su ropa de trajín que no es apropiada para irse en el cajón. 
Llegó una prima de mi tía quien básicamente tomó las riendas de la situación, y mi mamá se sintió responsable así que también decidió participar en el poco grato proceso de cambiar de ropa a la difunta tía. Y yo no iba a dejar a mi mamá sola con semejante y dolorosa labor, mal que mal, ella quería mucho a su prima. 
Sin embargo, una tercera tía, que trabaja en la salud, huyó, con la célebre expresión, de que a ella no le gustaba eso. 
Y yo no podía evitar pensar, al igual comentó mi mamá después "pues fíjese que a nosotras nos encanta cambiarle la ropa a los cadáveres!". 
Yo no sabía con qué me iba a encontrar empiluchando a mi difunta tía, además de encontrarme con toda esa cosa mística de que a lo mejor la señora no quería ser vista en esas condiciones. Además del poco grato recuerdo de los apuntes de criminalística, que señalaban que cuando uno se muere, se "relajan los esfínteres" y si una no ha ido al baño, pues simplemente te cagas. ¿Cómo se va a morir con dignidad así?
Y bueno, yo ahí, con mis miedos secretos que jamás expresé en público, sin saber nada, participé en la labor que resultó ser menos horrible, porque soy mejor persona que mi tía. 
También me irrita un poco el mismo criterio de "no haré esa weá porque no me gusta" en todo orden de cosas, como "no me gusta ir al banco", o los hospitales, o los cementerios o todos esos lugares que implican algo tedioso o triste. 
En fin, amanecí vieja chota hoy

jueves, 28 de mayo de 2020

Pan para hoy...

Por algún motivo me he sentido particularmente cansada estos días, desde el martes, que recibimos verduras y tuvimos que lavarlas. Supongo que la psicosis autoimpuesta de lavar todo como si hubiera sido tosido por alguien con covid19 hace que el lavar mismo sea tan estresante. ¿Cómo lo hacían los cirujanos antes y toda la gente de la salud? Digo "antes" porque ahora con el colapso de los hospitales debe ser otra weá prácticamente inimaginable. Pero andar lavando maniáticamente es una huevada sumamente agotadora. 
Tuvo que llegar una pandemia para que yo dejara de ser una chancha qlia. En contraste, no me he lavado el pelo. 
Por otro lado, me estoy convirtiendo, lenta y progresivamente en una Marie Kondo, porque teniando las huevadas ordenadas es menos agotador lavar, y teniendo áreas desocupadas es menos agotador secar. Así es mi vida ahora, banal... 
No creo que sea un cansancio así como de falta de vitaminas porque en realidad, no se me echa la yegua hasta ya entrada la tarde, lo que es coherente con haber hecho actividades todo el día. Que esas actividades no sean lo mas creador y creativo de la vida, pues es otra cosa. Betty Friedman no estaría contenta conmigo, viéndome de ama de casa así nada mas. Una mujer hecha y derecha debe poder hacer las tareas del hogar de forma eficiente y además realizar su trabajo que le permita la realización personal. Me da risa, porque fue revolucionario en su momento, pero de cierta forma "no tocó el modelo" patriarcal. 
Mírenme, hablando de patriarcado. 
Hace años atrás, conocí en el sur a una amable mujer que me hospedó en su casa por la módica suma de 10 luquitas en una cómoda pieza con baño privado. Una baratija. No conforme con eso, para la once, la señora hizo pan amasado y a ella le debo en parte que el pan amasado me resulte. No la recordé tan encarecidamente hasta ayer, que nos pusimos a hacer pan con mi mamá. Ella hizo en su casa y yo en la mía. Mi pan quedó decente pero el de ella quedó como galletas hechas con poco amor. 
Como mi mamá es una mujer muy insegura y pesimista, vive convencida de que vive en un círculo vicioso de cocina. Es decir, como no le gusta cocinar no le resultan las cosas, y como no le resultan las cosas, pues no le gusta cocinar. 
Pero yo entonces le digo que esos panes quedaron así pues porque usó el horno muy caliente, cosa que solo era una teoría, hasta que me dijo que si, que lo había puesto al máximo. 
"Hay que poner el horno bajito" me decía la señora del sur, y hay que dejarlo leudar harto.
Yo lo dejo leudar 2 veces, y hoy me enteré que una puede dejar leudando un pan en el refri 12 horas y entonces tienes otra clase diferente de pan con corteza mas crujiente y tal. 
Así que ahí estaba yo, dándole consejos a mi mamá de como hacer pan amasado, al final me dijo que yo parecía la mamá. 
Espero que esa buena mujer del sur esté bien, que no se haya topado con ningún zorrón qlio pasao a covid19. Lo siento, soy una resentida.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Cuarentena semana 10, día 3

Hace 3 días hice una rutina mas o menos hardcore de yoga, que no era complicada en si, solo que yo soy una tata y la huevada no dejaba espacios para descansar. No logré terminarla, pero afortunadamente tengo a mi cuñada que también hace yoga y emitió su opinión diciendo que si, que la rutina era pesadita y no es solo que yo tenga problemas por el corticoide y la baja irrigación. Porque si, el corticoide te hace perder masa muscular y si no lo hace, al menos hace mas difícil fotalecerse. Es como el marido que te golpea y te dice "pero te mantengo", porque si, el corticoide me mantiene lejos de la masa pulmonar. Me mantendrá lejos de una falla multisistémica en caso de que me contagie con covid19? Pues eso es algo que solo el tiempo dirá. 
La cosa es que aún me duelen las piernas, y es dolor muscular, porque duele al moverse, no al estirarse. Creo que mis piernas no estaban preparadas para ésto. Aún así, creo que reduje medidas. 
Yo iba a seguir discutiendo sola por el tema de la gordura, la pobreza y la superioridad moral de los poseedores de metabolismos rápidos, pero ya ni recuerdo las cosas que iba a decir. 
Ayer leí una noticia en la BBC que hablaba sobre un nuevo test que están desarrollando en argentina para la detección del covid19, que es mas rápido y mas económico que el actual. Me puse a comentarle a una amiga que si se llegara al punto de crear un test que fuera tan accesible y eficaz como el test de embarazo casero, sería una estupenda herramienta para mantener a raya al virus, a lo que ella me responde que lo único que tiene que ocurrir en realidad es que la gente se deje de hueviar y de andar saliendo. 
Me contaba que en su comuna, cuando recién se dió cuarentena a fines de marzo, se notaba, porque la gente no andaba en la calle, pero que hasta ayer al menos, las calles estaban llenas de gente, de autos, de señoras con los niños... etc. 
Su comentario me llevó a pensar en como se divide la opinión pública, entre culpar al gobierno (opinión de la que soy mas partidaria) y a la gente sola, como una entidad individual y completamente autónoma. 
Me acordé entonces de una discusión que tuvo en twitter la Defensora de la niñez, Patricia Muñoz, donde elocuentemente decía que la autoridad no está dando un mensaje claro a la ciudadanía sobre la gravedad del covid19 y sobre la importancia de no salir. Agregaba que si la gente sale de todas formas, a pesar de la claridad del mensaje, entonces ya es otro tema. 
Pero claro, la falta de claridad actual, los mensajes contradictorios, las cuarentenas dináminas y todas esas cosas poco serias, son la punta de iceberg de la irresponsabilidad social. 
Pero bueno, a lo que yo iba, es que mi amiga fue criada en una familia religiosa y su padre está convencido de que el mal como entidad existe, por lo que no es de sorprenderse que ella siga teniendo vestigios de que la maldad del mundo es una cosa que trae el ser humano por defecto. 
Hace un tiempo atrás, cuando conseguí un libro de la antropóloga Margaret Mead, que es un estudio que ella hizo en varias sociedades primitivas, vi un comentario puntual en internet de un tipo diciéndo que otro antropólogo ya había desacreditado el trabajo de la señora Mead, que había ido a estudiar a las mismas sociedades y había llegado a conclusiones diferentes.
No he leído el libro de Mead, pero tengo entendido que sus conclusiones están afirmadas a la construcción social del género, de que en otras sociedades, que perfectamente una actividad que en ese entonces se consideraban 100% masculinas en la sociedad "no primitiva", eran desarrolladas por mujeres en sociedades primitivas, eso, a grandes rasgos. Sin embargo, el otro antropólogo había visitado a las mismas comunidades y observó que aquello no era así. 
Ocurre que Mead era partidaria de la construcción social, mientras que el otro caballero cuyo nombre no retuve en su momento, era partidario de que todas nuestras conductas son mayoritariamente "de fábrica". Leí en un artículo en internet, que lo cierto es que Mead y el otro antropólogo si visitaron a las mismas comunidades, pero que estaban ubicadas en distintos sectores, lo que explicaría las variaciones de comportamiento. Algo así como "los Gonzalez del norte y los Gonzalez del sur". 
Fuera de toda la challa mal documentada por mi parte, a donde quería llegar era al hecho de que ni los antropólogos se ponen de acuerdo en la discusión construcción social versus formación biológica (por decirlo de alguna forma), mucho menos lo vamos a hacer dos pobres diablas que discuten por wasap encerradas. 
Comprendo que la gente no crea en la construcción social, y que no sientan que son prisioneros de su entorno, porque crecemos con la idea de que la autonomía, de que somos nuestras decisiones y todas esas cosas, pero no lo comparto, porque siento que es de una soberbia máxima. Pensar que uno es inmune a la manipulación es como ser alcohólico y no ver que tienes un problema, porque entonces ni siquiera podrás ver cómo el entorno te afecta. 
Y siento, que esa idea de "yo forjo mi propio destino", el mito de la meritocracia y todas esas mierdas, también nos afectan enormemente como sociedad ante una pandemia. Pero no se puede culpar al individuo puntual, sino que a todo lo que lo rodea y lo lleva a actuar así. 
En fin, volví a tomar café y no me mareé. 

miércoles, 20 de mayo de 2020

Cuarentena semana 9, día 3, no hay cambios

El otro día tomé café después de almuerzo y me mareé, en mala. No era un mareo como esos de que uno se para y le bombea la cabeza dos segundos y se pasa, fue un mareo mas suave, pero que se prolongó durante toooooda la tarde y la noche, porque cuando desperté, a la mañana siguiente, seguía un poco mareada. 
"Debe ser el café", me dijo Rodrigo, "debe ser que no comiste", me dijo una amiga. El segundo punto lo eliminé porque si comí, y de hecho, comí cosas junto con el café que es el mayordomo en esta historia. 
Así que llevo mas de una semana sin tomar café. ¿Cómo se supone que voy a ser hipster ahora? tendré que volver a presumir los libros que estoy leyendo... ¿Cómo se hace eso sin café? Hace un tiempo atrás lo intenté con leche, pero no es lo mismo, porque no puedo decir que "adoro tomar libros y leer leche", a nadie le parece gracioso eso. 
Hoy ya me costó un poco mas levantarme, aunque creo que si me costó mas el lunes, porque ese día, cuando sonó la alarma, mi primer pensamiento fue "por qué puse una alarma a las 3 de la mañana?", pero era la simple alarma de los 7, si eso ya lo conté en otra entrada me disculpo, pero soy una mujer senil que solo recuerda cosas de su infancia, como por ejemplo, que mis profes de básica eran unos descriteriados que no eran capaces de ver las consecuencias de sus actos... probablemente eran comunistas, como todos nosotros lo somos ahora, cuando encontramos que el gobierno lo hace mal. 
Finalmente compré una máquina de coser. ¿Me odio por eso? No, porque no puedo enojarme conmigo, no cuando me miro con esos ojos redondos y esta chasquilla de sailor moon que me quedó. 
Mis manos se están volviendo manos de señora donde lavo tanta loza, están teniendo las clásicas micro arrugas y le apariencia de piel gruesa que tienen las manos de quien lava mucho. Es como cuando se forman callos, pero en lugar de eso se forma una capa homogénea sobre toda la piel de la mano, como si se endureciera. Tal vez mi cuerpo decida que es buena idea proporcionar mas colágeno a mis manos y deje de seguirle dando colágeno a las cicatrices de mi operación que están hinchadas y rojas. ¿Demasiada información? I don't care even shit. 
Hoy me llamó mi dostor, porque se supone que yo iba a tener control hoy, pero me lo cancelaron, porque ya me habían cancelado el escaner porque... pandemia. 
Me pilló de sorpresa, porque me llamó como a las 8 de la mañana, y el lector de llamadas del celu detectó que me estaban llamando nada mas y nada menos que del hospital de puerto montt. Contesto, me habla un hombre todo formal y yo psicoseá con que fuera una pitanza.
-Habla tu doctor.
No le hice preguntas interesantes, porque me pilló de sorpresa, no esperaba que un médico recordara mi existencia, por muy programado que tuvieramos un control cancelado. Debe encontrar que soy una mujer extraña, cosa que no me puede tener con menos cuidado. 
Se supone que mi máquina de coser llega el próximo miércoles, y estoy un poco emocionada. 
Estoy leyendo como 3 libros en paralelo, porque me la ganó la ansiedad y porque tuve la brillante idea de secuestrar la tablet de Rodrigo y bajar la aplicación de la biblioteca digital y ya tengo en lista de deseos como 20 libros, mas los casi 60 que tengo en el kindle que no es kindle, mas 5 libros impresos que tengo pendientes... tengo para leer toda una vida... así que eso, ando leyendo de a tres, uno durante el día, el otro en la noche para dormir, el tercero, para cuando me aburre cualquiera de los otros dos. 
¿Alguna vez me ha resultado la estrategia? Pues así leí 3 libros en abril... o 4, aunque uno era cortito, como de 80 páginas. 
En fin, debería acostarme a leer mejor.

Los pobres esbeltos

Hace unos días, en una comuna de mi país, salió gente a protestar porque el gobierno prometió canastas de alimentos pero no pa ahora, sino que como para después. Se formó entonces una discusión bastante weona sobre el estado físico de la gente que salió a protestar, porque resultaba que un porcentaje que en realidad desconozco de la gente que salió, eran personas obesas, para la OMS y para el ojo común, sobre todo el ojo del gordofóbico promedio. 
Empezó con que se hablaba de la gente tenía hambre, pero los fachos salieron a decir que era mentira que tenían hambre porque eran gente gorda. Resulta ahora que la gente la comuna del Bosque en realidad no son personas, sino que son osos que hibernan, así que obvio que si están gordos es porque les sobra la plata para comer.
Entonces fue cuando se formó una discusión verdaderamente weona en twitter, donde me agoté no solo con los comentarios fachos sino de los incautos que salían a defender a la población obesa. 
De pronto, a media tarde, todo twitter era un mar de nutricionistas y expertos en economía del hogar, que dictaban cátedra de como se debe gastar el dinero en alimentos, mientras que otra parte, también tan experta en el tema, salió a decir que los fideos y el arroz hacen engordar y son lo mas barato.
La discusión llegó a niveles mas bajos aún, cuando se llegó a desmenuzar cada uno de los platos diarios y las cosas que se podían hacer. "Que las verduras son caras", "que las legumbres son baratas", "que la comida chatarra es mas barata", "que los guatones pobres se pasan tomando bebida". 
Vi incluso algunos, que no conformes con la pequeñez de la discusión, se pusieron a sacar otras cosas, como por ejemplo un tipo random recriminándole a la gente que es gorda por no hacer ejercicio... y yo casi caigo en la tontera cuando me doy cuenta de que, wn... estamos hablando de la comida!! de lo que comes o no comes, de cuando es el ejercicio una variable de tener o no tener plata para comer? 
Y es la raíz de lo que me irrita tanto de los comentarios weones en twitter, que luego de leer unos dos o tres, comienzan a sentirse como ruido de estática, o como un taladro... algo irritante. 
Lo cierto es que yo no miré mucho el trending topic, solo me enteré de cosas porque hay gente a la que sigo que mencionó el tema y tengo la compulsión de leer comentarios. 
Y me puse a pensar por ejemplo, en los niveles de obesidad que hay en mi propia comuna, y de como no se puede culpar a la gente por esa weá, porque hay millones de factores que se ignoran a la hora de andar juzgando a alguien por su peso. Si wn, después del corticoide me volví una persona muy tolerante con los gordos, aunque claro, no es que los haya despreciado profundamente antes, no que yo recuerde al menos... si tengo algún recuerdo me autofunaré.
Hubieron cosas que quise entrar a discutir en twitter, pero que paja hablar con gente que dice puras weás, así que prefiero rebajarme al nivel de la conversación en mi blog personal para encontrarme la razón yo misma, porque obvio que estoy en lo correcto. 
Yo me acordé de mis tiempos de apatronamiento, donde me echaba dos horas en ir a la pega y otras dos horas de vuelta, lo que implicaba salir a las 6 y volver a la casa pasado las 21 horas, momento en que recién podía tomar once, porque salía pasado las 18Hrs de la oficina y no tenía un espacio para tomar once, además que me quería ir luego para la casa. Algunas veces, me compraba un muffin antes de subirme a la micro para no estar tan cagada de hambre cuando llegara a la casa. Lo cierto, es que no hay muchas opciones de compra  saludables en los negocios, así como de acceso rápido, a lo mas un sachet todo cagón de maní o algo así, por un tema de que las cosas "mas frescas" sufren mayor merma y por tanto son mas caras. Cuando me puse fitness para mis cosas, simplemente dejé de comprar picoteos, me volví mi propia madre y me decía "en la casa hay comida", o salía yo con mis cuestiones para comer. 
Pero todo eso requiere tiempo y energía, cosas que son todo un lujo en estos días. 
La cosa es que con 4 horas de viaje inútil al día, mas 8 horas de trabajo, llegaba muerta a la casa, así que ponerse a hacer una rutina de cardio de media hora no era opción. Podría haber hecho ejercicio los fines de semana, cosa que hice en mas de alguno, pero por el simple hecho de ser una mujer sin hijos, no me imagino a una mujer siendo fitness con un trabajo de cajera y dos cabros chicos hinchando las pelotas en la casa, por dar un ejemplo. Lo cierto es que no fue hasta después de que salí del trabajo y me recuperé de la operación que no me puse a hacer un poco de ejercicio, pero no logré formarme un hábito de verdad como hasta 6 meses después de año sabático. 
La cosa es que no es llegar y ponerse a comer ensalada de lechuga para no engordar o para bajar de peso, mucho menos si estás en situaciones de estres y/o ansiedad, o si estás deprimido o qué se yo? 
Otro factor también es la informalidad, ya que si son trabajadores independientes, no reciben un sueldo, sino que ganan cierta cantidad de plata día a día, lo que también influye en la prioridad de las cosas que compras, hace mas difícil ordenarse y todas esas cosas, lo que señalo en respuesta a los breas que vienen con su superioridad moral de planificadores financieros al peo a decirle a la gente "ay, son pobres, pero para el cigarro y para el copete nunca les falta". Verdá que voh prefiris comprarte un tofu en lugar de una cerveza chuchetumare.
Ok, lo sé, me estoy yendo en puras falacias, porque en éste tipo de comentarios nunca nos consta si los que emiten dichas opiniones son los mismos que después están emitiendo otras opiniones o teniendo prácticas que contradicen aquello de afirman con tanta vehemencia, no? 
En fin, los odio a todos

martes, 19 de mayo de 2020

Cuarentena semana 9, canutos

Ando sin sueño, dats the trut...
El domingo me acosté tarde y me levanté temprano ayer, y anoche, lo mismo, me dormí como a las 12. No comprendo el origen de mi falta de sueño, tal vez me transforme en la mujer de uno de los cuentos de El elefante desaparece, que no encontró nada mejor que aprovechar su tiempo libre sin dormir en leer una y otra vez Anna Karerina, una novela rusa, interminable, que no he leído, pero que según me han contado se demora como dos millones de capítulos en develar el plot principal. 
No sé si la leeré alguna vez, porque igual ando mañosa con las traducciones al español coño de las novelas, aunque probablemente por ser novela antigua, tal vez si exista alguna edición de español mas "neutro", donde la gente no diga chaval ni que va a pagar 20 pavos por algo. 
¿Acaso a los españoles les gustaría leer un libro donde los personajes pagaran 20 lucas por algo? Nunca lo sabremos porque la traducción de libros a español fuera de españa parece ser simplemente un invento de mi imaginación. 
En fin, no sé por qué no tengo sueño. No sé si será que dormí mucho la semana pasada, si estoy ovulando, si me dió una especie de shot de euforia porque iba a coser de nuevo luego de 2 meses sin hacerlo, o si será producto de la divina providencia. 
Cuando me alejé de la cosa de ser creyente y luego de superada mi rebeldía atea inicial, me puse en una postura de respeto por las otras religiciones... principalmente porque si no hueveo al resto para que dejen de creer en dios tengo el argumento en caso de que me quieran convertir, aunque jamás lo uso... En fin. 
Yo, la mujer tolerante. Incluso ocurrió que en algún momento me he sentido medio violentada con la gente que ataca tanto la religión así como concepto, porque una puede creer las cosas que quiera y tal. Pero entonces aparecen los canutos y me sacan de quicio y me hacen pensar cosas viscerales como "ojalá les de covid para que vean que la weá no es nah chiste y que dios no hará nada al respecto". Porque me crió gente facha y de repente a una se le arranca el facho interior, como al Doctor Strangerlove se le arrancaba el hail hitler, pero no alcanzo a decir un pensamiento tan troglodita en voz alta, porque rápidamente recuerdo que el covid es un tema de salud pública y de que no se trata de que la gente merezca o no merezca una enfermedad sino de que pueden contagiar a otros, el colapso del sistema de salud y todas esas cosas. Inmediatamente después, pienso que como en la religión no hay pruebas de nada y la gente solo se mueve por lo que quiere creer (como en los colores políticos), aunque toda la gente que haya asistido al templo de maipú se muriera por covid, los canutos seguirían diciendo que fue obra del señor, que por algo pasan las cosas, que es una prueba, que da lo mismo, total todos vamos a revivir en la segunda venida de Jesús. 
Así que tendríamos un desastre mayor a nivel de salud y los canutos seguirían con sus mismas convicciones, y además, un desastre semejante no vale la pena solo para que la gente deje de lado su fe ciega... o siiii? 
Bueno, pero yo llegué a todo este odio visceral por el canutismo porque tuve una situación puntual con mis cercanos hace unos días, que me hizo querer ir a quemar todos los templos canutos del país. 
Mis suegros, viven en una región cercana a santiago, que no mencionaré por su seguridad y por la extrema popularidad de mi blog, pero es una comuna internacionalmente conocida como "la capital del mimbre". Es tooodo lo que puedo especificar. 
Fuera de hueveo, mis suegros viven mas o menos alejados, pero afortunadamente encuarentenados. El hermano mayor de Rodrigo vive relativamente cerca de ellos, junto a su esposa e hijos. Todo parecía estar bien hasta que el domingo hablamos con mis suegros y nos cuentan que el supermercado de la comuna un guardia dió positivo para covid y al parecer varios empleados del super andaban con síntomas. Ocurre, que, parafrasenado a mi suegro, mi cuñado "va bien seguido a ese super" y que cuando mi suegro les consultó a ellos sobre la noticia del guardia contagiado, recibió por respuesta de parte de su hijo mayor "no se preocupen, si estamos todos protegidos... PORQUE REZAMOS por todos nosotros... rezamos todos los días". 
Aún no logro poner en palabras mi indignación, y siento que no lo he comentado con demasiada gente. 
¿Por qué es esto un problema real? Porque mi cuñado y su familia visitan a mis suegros con regularidad, como si nada, toman once, se sacan la mascarilla porque, citando a mi suegra "¿Cómo van a tomar once con mascarilla puesta?".
Intentamos decirles que se cuidaran, que mantuvieran la distancia, que tienen que usar mascarilla, etc. pero ellos ya están en un plano sobre el que no podemos ejercer ningún control. 
Mis suegros no son canutos, pero son creyentes, así que no es fácil convencerlos de que no están cubiertos por un hechico protector canuto. 
Y acá estoy yo, maldiciendo a los canutos. Distancia social, conchetumare! 

Cuarentena semana 9

Ayer me levanté a las 7, considerando que la noche del domingo me dormí como a las 2 no comprendo por qué no tengo sueño, porque anoche, me volví a acostar tarde y hoy otra vez me levanté a las 7. 
¿Por qué me levanto a esa hora? Porque Rodrigo tiene turnos hueviados y por cosas de logística me tengo que levantar a las 7. Podría volverme a acostar y seguir durmiendo, pero entonces despertaría a las 12 del día y me deprimiría porque ya es tarde y se fue la mañana. 
Ayer fue una mañana relativamente productiva, porque hice una mascarilla que sirve para ponerle filtro adentro. ¿Sirve para frena el covid? A esta altura ya nada se sabe, pero Rodrigo tiene que usarlas igual porque es parte de la cadena de abastecimiento. Si, es de los porfiados que salen de su casa a pesar del llamado del gobierno... la gente, la gente, toda la culpa es de la gente. 
Yo me estaba poniendo trivial, así que sigo. 
Lo malo es que la máquina de coser que secuestré de donde mi santa madre anda como el forro, cose mal. Ahora que llevo un tiempo cosiendo sé que el problema no soy yo ni mi destreza sino que la conchuda máquina. En realidad lo sé porque mi mamá tiene otra máquina de coser en su casa y esa no falla nunca, pero como no soy tan desnaturalizada, no iba a quitarle esa po. 
Y bueno, la mascarilla quedó bien cortada, bien formada, pero con unas costuras qlias de hilo enredado, porque no pude solucionar el problema que tiene, principalmente por mi fobia a ver videos de tutoriales. No es cierto, lo que pasa es que no encontré uno que fuera con mi tipo de máquina, así que no servían de nara. 
Coseré mascarillas a mano así como voy. La cosa es que hoy desperdicié la mañana intentando que la máquina cosiera bien, pero no hubo caso y luego desperdecié una hora mirando máquinas de coser en internet, lo que me lleva a todo un dilemo de consumo. Porque una busca una máquina de coser normal y te aparece el pack de máquina normal mas máquina overlock y una se calienta po, si no se es de fierro. 
Porque el pack es un poco mas barato que comprar las weás por separado y yo he tenido sueños húmedos con las máquinas overlock desde que tuve mi primer encuentro con una de ellas en mi curso de costura de hace dos años... pero luego digo que tampoco le voy a dar tanto uso, y luego pienso en las mascarillas, pero que se van a demorar en llegar las cagás de máquinas, pero que en realidad... 
Y entonces me pongo a pensar que no saco nada con comprar una máquina overlock si no voy a tener los 3 o 4 hilos que se necesitan para enebrarla, y los accesorios que necesitaré, y donde consigo esas weás? Una en santiago for real puede comprar en negocios que tengan sus propios servicios de reparto, pero acá como que todo llega por starken y cadenas y entonces me empiezo a conflictuar con hacer que gente se exponga para yo resolver mi capricho de querer sentirme productiva y resolver mis dramas existenciales y laborales... 
Y ahí andaba yo toda meca intentando encontrar una distribuidora de insumos, para que me llegue todo listo.
Pero yo no iba a escribir sobre mis dramas de primer mundo pseudorural en esta entrada, iba a escribir sobre otras cosas que pasaré a una segunda entrada mejor, porque soy una persona muy ordenada.

viernes, 15 de mayo de 2020

Cuarentena semana 8. Los estragos

Ahora me meto a blogger y me encuentro con toda una nueva interfaz. No sé como sentirme al respecto.
Desobedecí la sabiduría de twitter y me corté chasquilla, cosa que me baja cada 5 años aprox. 
Llegué a la conclusión de que si no me agarra el covid-19 me va a agarrar una úlcera o un colón irritable por culpa de los mayores adultomayoreando por la vida.
Mi santa madre primero huevió con la vacuna, que al ser menor de 80 no la iban a vacunar a la casa, así que en cierto momento del mes de abril, decidímos que mejor no se vacunara, si no iba a salir en todo el invierno, porque ya anda un virus hueviando, obvio que se debía esconder de todos... Estuvo conforme hasta la última semana de abril, porque claro, su mitad de la comuna quedó sin cuarentena y el bendito gobierno llamó al retorno seguro, a la nueva normalidad. Y como mi mamá es una vieja facha, pues le hizo caso a su ministrito y su presidencisito. "No, es que a mi nunca me gustó Piñera tampoco". Votaste por él, mujer!
En fin, la cosa es que la iñora salió, a buscar sus remedios, y a la farmacia, a preguntar si vendían un artículo de primera necesidad: lápiz de ojos. 
Para colmo, en la farmacia a la que fue, no tenían lápiz de ojos, así que, con el dolor de mi alma, encargué un puto delineador en el retail, para que llegue a la casa, para que no salga a hueviar a la farmacia de nuevo, porque no hay pymes que hagan sus propios repartos de maquillaje con juegos de azar y mujerzuelas, y si es que los hay, igual dependen de alguna pequeña y modesta empresa que terminará acogiéndose a la ley de protección al empleo, como... STARKEN o peor aún, chileexpress. 
Finalmente, luego de mucho sufirimiento con los repartidores (quienes se resistían a buscar la numeración exacta del edificio y en lugar de eso decidieron llamarme 4 veces, amenazando que era el último intento que iban a hacer) llegó el condenado delineador, pero al parecer mi mamá creyó que por venir de una tienda grande, no tenía que tomar ninguna precaución, así que acá estoy de nuevo, contando los 14 días porque la linda no fue capaz de echarle una lavada con jabón al puto lápiz antes de chantarselo en los ojos. Delineador de primera necesidad. 
Conversando con una amiga, me decía que los adultos hacen eso, que llegan y salen, y no hacen un intento real por NO salir. Yo ya le había dicho a mi mamá que el consultorio estaba yendo a dejar los remedios (es mas, cuando la fueron a vacunar le llevaron la leche y la sopa), pero obvio que quiso ir a pasear al consultorio, a hacer vida social. 
Fuera de hueveo, no vivir con los papás en estos tiempos se vuelve un dolor de cabeza, porque una se entera por la video llamada que la señora salió, que se asomó un vecino a la casa que le manoseó los cojines, que ella ni siquiera los lavó después, o que tiene vecinos que no usan mascarilla y esas cosas. Y eso, es lo que te cuentan, quizás que mas ocurre y una no se entera...
En fin. 

jueves, 30 de abril de 2020

Vitácora de cuarentena, semana 6

Bueno, finalmente ha pasado, me bajé de mi pedestal de autocontrol y me puse a discutirle a un fache. Una facha en realidad.
Fuimos compañeras en la básica. Otra compañera del colegio me agregó a facebook hace unos meses y me dice "oye, tengo a esta fulana de amiga también" y yo la agregué, porque quise ser gente, ser buena onda y todas esas cosas.
Pero no le hablé, porque qué weá le digo? "hola, ex compañera, aún te cuesta leer de corrido?".
No me acuerdo qué tanto le costó leer, solo me acuerdo de haber tenido a uno que otro compañero sin rostro ni género definido que leía lento, lo que se volvía medio tedioso para mi en las lecturas en voz alta, porque yo, con mi mente joven me aprendía las lecturas de memoria y por tanto, las podía DECIR de corrido, no sé cómo aprendí a leer así. En fin.
Pero hace unas semanas publicó una weá antiaborto y pensé en responderle, pero me dió flojera. Podría haber tomado la decisión sabia de dejar de seguirla, de bloquearla incluso, pero no lo hice, porque en realidad nunca miro mucho facebook.
Pero hoy ya vi un posteo y me entró la indiá.
El posteo era de esos discursos culeros que da la gente, que en lugar de seguir mi noble ejemplo y hacerse un blog para postear sus pelotudeces, lo hacen en su muro de facebook. Y en realidad ya venía medio hinchá de pelotas desde twitter que por si es un lugar odioso y facho (redundante? si, un poco).
El posteo decía algo así como que los presos no tienen derecho a reclamar por su situación, que no tienen derecho a reclamar que les de miedo contagiarse de covid19, porque no les dió nah miedo cometer delitos random. Luego de eso, hace un detalle, que arrastrar a alguien luego de hacerle un portonazo, que quitarle todo a x persona, que apuñalar a alguien... etc.
Y bueno, ahí me puse a decirle que pa empezar a ella no le podía constar que el 100% de la población carcelaria había cometido delitos horribles, tan horribles que a ella le pareciera proporcional morirse de una enfermedad respiratoria. Y luego le agregué que la weá acá no es nah que el condenado o imputado se contagie sino que al ser un virus, puede contagiar a la población NO carcelaria que a su vez puede contagiar a otros, a los buenos ciudadanos, a las blancas palomas, no?
No sé si me va a responder, no sé si me va a responder algo coherente, y creo que debería borrarla de mi facebook no mas.
En fin. 

martes, 21 de abril de 2020

La sabiduría de twitter

El otro día vi un tuit que contaba un mito en torno a Margaret Mead. Digo que es un mito porque no fue una weá que ella escribió, sino que cuenta la leyenda que es lo que le respondió a une estudiante que le preguntó cual era para ella el primer signo de civilización en la humanidá.
Mead responde que "un fémur quebrado y sanado" o algo así. Que si cualquier animal salvaje se quiebra una pierna en la naturaleza pues se muere, porque no puede cazar, no puede arrancarse, no puede teletrabajar ni recibir ayuda estatal, porque como no está trabajando es un flojo, no?
Fuera de hueveo, fue bastante decepcionante buscar de donde venía la frase, si es que había un entrevista oficial o algo y solo pillé cosas como "dicen que Margaret Mead le dijo a su estudiante". Así cualquiera, estamos al nivel de Allende llegando a la casa después de ir a las poblaciones diciendo que se iba a sacar el olor a roto.
Todo muy bonito con lo de que preocuparse y cuidar al prójimo nos vuelve civilizados y mejores personas, pero en realidad, si pensamos en cosas como la teletón, el llamado a la bondad con el resto siempre está latente, pero cual palabra en el juego del teléfono, se va distorcionando a medida llega al receptor del mensaje. Para algunos preocuparse del prójimo es dar unas luquitas a la caridad una vez al año, como si la solidaridad se tratara de una cuota que se debe pagar para estar bien con uno y luego pudieras tener el relajo de simplemente ser un egoísta qlio el resto del tiempo, total, ya donaste a la teletón. Para otros, la solidaridad y la empatía es mas selectiva, limitándose solo al grupo que está acorde a los estándares morales. Una misma cae en eso, cuando ve a algún cuico qlio llorando porque lo funaron por irse a carretear a Temuco. Si fuera un ser querido que cometió un acto así de irresponsable, el juicio al respecto cambia, pero como es un desconocido, pues a la hoguera el qlio.
En fin, todo esto, me llevó a pensar en cuando los gatos cazan ratones y te los llevan. Se supone, según dicen los veterinarios y esas cosas, que si un gato te lleva una presa que se molestó en cazar, es porque cree que tu eres tan gato como él, pero que no sales a cazar tu comida porque dios sabrá que problema tienes para hacerlo. En teoría, el gato piensa que estás inhabilitado para cazar y por lo tanto decide prestarte ayuda para sobrevivir y te lleva comida. Entonces, para los parámetros de la hipotética respuesta de Margaret Mead a su hipotética alumna, podríamos decir que aquellos gatos que llevan ratones muertos, están en efecto, siendo civilizados?
Lo que es yo, no puedo pasar mas de 5 minutos viendo twitter porque me termino enojando.

viernes, 17 de abril de 2020

Cajaritos

Hoy estaba sentada en el alfeizar de la ventana, que me merezco una felicitación, porque es la primera vez que ocupo esa palabra, porque un día me digné a googlearla... anyway.
Entonces estaba yo en realidad acostada en el alfeizar de la ventana con las piernas estiradas hacia arriba porque las dejo en alto, porque ya que no estoy caminando los 4 kilometros diarios que hacía antes, pues me pueda dar una trombosis en la pierna, en caso de que el yoga no baste. Así que estaba yo acostada en el alfeizar de la ventana mirando al cielo, y viendo a los pájaros volar, y pensé dos cosas:
1) Tiene sentido tener una guía para mirar pájaros, porque en realidad los pájaros si son entretenidos y me gustaría saber el nombre de todos los pájaros del mundo.
2) Mirando las rutas de vuelo de esos animales que van hacia un lado y de pronto se devuelven, y hacen círculos y todas esas cosas, llegué a la conclusión de que en realidad, andan puro hueviando estos qlios.
No los culpo, si yo fuera ignorante del coronavirus y supiera volar, haría exactamente lo mismo. E iría a cagarme en los autos caros, porque sino, qué chiste.
Es que cada día odio mas a los cuicos.

Vitácora de cuarentena semana 4 (estoy casi segura)

Sal, sal, de mi planeta, coronaviiirus!
Nadie vió un video de la canción canuta y la anda cantando todo el día.
Ya empecé a dividir los días de encierro en semanas porque qué flojera contar los días. No es como que esté presa tampoco.
Hace tiempo atrás, me enteré que Natura tiene un lujoso pack de jabón mas crema de manos en una bandejita, cuya finalidad es lavarte las manos y luego echarte crema y como soy yo, obvio que encontré que semejante acto era de lo mas absurdo, porque además siempre he sido mala para echarme crema de manos.
Cuando se trata de crema de manos, es como volver al colegio cuando mis compañeras se echaban colonia de guagua... no me hace sentido.
Y adivinen quien anda ahora añorando el jodido set para echarse crema después de lavarse las manos. Es que claro, una ahora se lava las manos como quien tiene un TOC.
Le decía a mi prima mas mayor, que tiene tres guaguas que nacieron al unísono, que me daba cosa echarme crema de manos después de lavármelas, porque la adiposidaaaad, alguien quiere pensar en la adiposidad? y me dijo que es mejor evitar que se hieran las manos por tenerlas muy partidas que andar toda meca evitando la adiposidad. Bueno, eso último son mis palabras.
La cosa es que me hace mas sentido echarme crema de manos, pero en realidad solo me hecho en la noche, porque weón, que paja andar con las manos encremadas por la vida, tengo que hacer cosas, tengo que tomar libros de hojas inmaculadas que no están pa andarse quedando manchados, y papel, y lápices y comida y afirmar un bisturí.
Tantas flores que le echaba yo a mi mamá por su nivel avanzado de comprensión de la tecnología que decidió dejarse en ridículo y borrar el acceso directo a whatsapp, lo que le trajo tantas complicaciones que tuvo que llamar desde el teléfono fijo a una amiga que me llamó a mi celular para avisarme que la tenía que llamar. Y por teléfono tuve que explicarle, mediante única y exclusivamente el uso de palabras cómo volver a generar un acceso directo. ¿Saben lo difícil que explicarle cosas tecnológicas a un adulto mayor sin ninguna ayuda audiovisual? Loco, me merezco una medalla. Virtual si, porque, coronavirus.
A mi en realidad el encierro no me hace sentir ahogada ni esas cosas, porque la casa es grande e igual tengo mi espacio dentro de todo, entonces no tengo de qué quejarme. Pero claro, yo vivo con mas gente, entonces tampoco es que tenga que lidiar con la soledad y esas cosas. Soy una privilegiada, claramente, y claramente soy mucho mejor personas que esos que se fueron en helicóptero a la playa. Es que ese es el tipo de cosas que a una no se le ocurren hasta que ves que pasan y parecen sacadas de una Sitcom o los Simpsons, como el líder, cuando se arrancaba del granero.
Me cuesta un poco no refugiarme en la banalidad y la evasión de la realidad, porque en realidad las cosas banales se sienten como un refugio seguro y calentito para días de frío. Es decir, gracias a la evasión de la realidad que pude empezar a dormir mejor en las noches, porque estuve como una semana sin poder quedarme dormida a menos que me pusiera a leer y entonces podía pensar en otras cosas. Y los pensamientos darks ya no me invaden tanto. Supongo que se me mezcló el síndrome pre menstrual con las primeras semanas de cuarentena, y luego el susto de que se me atrasara la regla como 3 días, porque embarazo, corticoide, anticoagulantes, cuarentena... como chucha iba a abortar así? digo, criar a un niño porque yo no abortaría, porque es ilegal y la biblia lo prohíbe. ¿Cómo chucha iba a operarme una apendicitis así?
En fin, esos son problemas del pasado.
Hoy recibí un café de grano que encargué en una cafetería de la comuna, porque me puse burguesa pa mis weás. Y no es como que haya encargado café a starbucks, y la cafetería es así como atendida por su propio dueño y suben publicaciones a instagram de que está desesperados por vender, reparten tortas a domicilio así que no, no me sentí tan mal por hacerlos venir a dejarme un café... o tal vez si, no sé como sentirme, porque no hay un hombre a mi lado para exigirme que me sienta de una u otra forma.
Y tomé café de grano al almuerzo y creo que no me dará sueño nunca mas en la vida.
Wise choice.
En fin, esta es una entrada sobre nara.

miércoles, 1 de abril de 2020

Vitácora de cuarentena, día... 13?

He estado relativamente activa en twitter, hablando con extraños y esas cosas. Twitter es un lugar extraño. Te aparecen tuiteos de gente que no conoces, pero algún seguido por ti sigue, o le dió me gusta o interactuó con el desconocido, y una puede barsamente hablarle al desconocido en atención a su comentario.
Mas místico es meterse a los trending topic, donde puedes putear a alguien porque dice cosas fachas. No lo hago, porque wn, que paja.
Pero es como andar por la calle y conversarle a la gente, o meterse en conversaciones ajenas, y nadie te mira feo por eso. Místico.
En otras noticias, voy en mi tercer día de yoga para principiantes. El primer día fue el mas llamativo para mi, porque estaba bastante bajoneada y luego de moverme me sentí harto menos bajoneada, fue como tomar café teniendo sueño y que de verdad se te quite. Supongo que es lo que pasa cuando dejas de hacer ejercicio y luego retomas un nivel de movilidad que no te deja jadeando.
Planeo seguir subiendo de nivel, pero déjenme gozar un poco la weá primero.
A veces, en las noches me baja todo el nihilismo, aunque no estoy segura de si estoy usando bien el término, y ya había pensado en esta idea y terminé descargando como 3 libros de filósofos nihilista "para principiantes", pero como las weás están en pdf no los puedo ver de forma decente en mi kindle que no es kindle.
La cosa es que en la noche me empieza a bajar todo el vacío existencial con un poco de humildad. Me pongo a pensar que simplemente todos nos vamos a morir y que dependiendo de cuando me toque a mi estaré mas o menos bajo los efectos del alcohol. Pero luego llega el día, hago yoga y esos pensamientos tan oscuros pasan a ser tomados "para la chocota". De repente también me baja la humildad y la resignación. Me pongo a pensar que si me mata el coronavirus será solo la selección natural, porque soy población de riesgo y bueno, ¿No me gusta tanto defender la evolución? Pues ahora me aguanto. Supongo que el ejercicio de humildad calma un poco, aunque en rigor, no le estoy tomando el peso, porque en realidad no me quiero morir, pa qué estamos con cosas?
He leído harto, pero no tanto como me gustaría. Leí 2 libros cortos en 3 días y ahora me arrojé con un libro de 700 y algo páginas llamado "Historia de la vida privada en chile" que abarca desde la colonia hasta después de la independencia. Y yo que había dejado de leer El Segundo sexo cuando caí en cuenta de que no solo tiene 800 páginas sino que además consiste en 3 tomos. En mi defensa, el libro de la Soa Beavouir es harto mas denso y duele mas la cabeza para leerlo, el de la vida privada es livianito.
Aprendí a hacer rollos de canela  como corresponde, lo que estuvo muy bien, pero de los 9 rollos de canela que hice terminé comiendome solo 1 porque resultó que fueron tremendamente populares. En el fondo estoy orgullosa, pero finjo que me molesta profundamente que me hayan dejado sin rollos de canela. Mejor, así engordo menos.
Hoy le enseñé a mi mamá a usar la barrita de youtube para adelantar o atrasar un videos, se lo mostré por video ocupando la tablet de Rodrigo, y así se puede saltar las partes mas pajeras de los tutoriales.
El otro día una prima me contaba que llamaban a su suegra por video, pero que la señora no sabia poner la cámara frontal, así que ellos la podían ver, pero la suegra no estaba a la vista en toda la llamada. Le dije que podían mostrarle como hacerlo mostrandole la cámara de otro celular, cosa que al parecer sin van a intentar.  Todo esto me llevó a pensar en cómo se puede hacer llegar la tecnología a los adultos mayores para que se puedan comunicar mejor en cuarentena, porque varios tienen smartphone al que no le sacan todo el provecho, por ejemplo, mi mamá le enseño hace un par de meses a una clienta, sobre la existencia de Pinterst.
Deberían hacer tutoriales en los matinales. Porque mi mamá igual es bastante clever para la tecnología, aprendió a usar Pinterst y youtube, aunque paradójicamente aún no comprende bien como funciona google. En fin, le seguiré dando vueltas a la idea.

sábado, 28 de marzo de 2020

De la ansiedad

Tengo claro que hay gente que sufre ansiedad real, que le cuesta respirar y le dan ataques y esas cosas, así que siento que andar por la vida hablando de tener ansiedad así nada mas, es como cuando dices que andas deprimida porque tienes un poco de pena, siendo que existe la depresión real for real, que es una enfermedad y es grave.
Dicho esto... ay esta ansiedad que no se quita.
Lo cierto es que la ansiedad en mi es un sentimiento o una compulsión que ignoro hasta que me doy cuenta de que estoy hablando mas de lo normal o estoy teniendo bruccismo, o cosas así.
Cuando dejé de estar apatronada dejé de tener bruccismo nocturno, lo que fue muy bonito, pero de un tiempo hasta ahora comencé a tener bruccismo diurno, que es mucho mas nice, porque simplemente te das cuenta que estas apretando los dientes de día y te dices a ti misma que hay que cortar el hueveo. Todo fácil.
Cuando empezó esta cuarentena de buena voluntad y de autocuidado, antes de que se decretara en 7 comunas en santiago (excepto recoleta que está entre -literal- independencia y providencia y la Reina que es una extensión de Las Condes -seriously?-), empecé a ver en las redes sociales mucha cosa respecto a la ansiedad, desde tips para no aburrirse hasta cosas sobre la salud mental. Yo encontraba que todo eso ya valía callampa porque yo ya tengo mis propios planes de cuarentena. De hecho los días se me hacen cortos porque planeo demasiadas cosas.
Pero que una tenga cosas para hacer no es algo que inhabilite a la ansiedad.
Hace un tiempo atrás, me estafaron, por estafa telefónica, como si yo fuera un adulto mayor que cree que se ganó un premio. No daré detalles de la estafa porque loco, qué vergüenza, pero lo cierto es que pasó. Y entre mi intento de racionalizar mi estupidez llegué a la conclusión de que entre tanta información, entre tantas cosas de las que hay que estar pendiente, entre tanto esforzarse por ser esceptico y por la grave sanción que aplica una misma al ser estúpido, pues de pronto se da el fenómeno de que se adormece la incredulidad. Es como "dios santo, debo creer en algo".
Se da el mismo fenómeno cuando una anda comiendo sano por la vida y de pronto aparece un brownie con helado detrás de un arbusto, y te ataca y así tan sensual como aparece te lo tienes que comer, porque él se lo buscó.
Supongo que a veces una puede darse el lujo de ser estúpida, o crédula, y creerse ciegamente que un perro puede ser la mezcla de un conejo con un perro, porque la mayor parte del tiempo estás corroborando información, luchando contra el sesgo de confirmación y esas cosas.
Por ejemplo, la otra vez leí un twitter de que una señora random, en el barrio alto, fue a la librería, compró como 1 palo en libros y que cuando ya se estaba yendo le comenta a los vendedores que su hija estaba en cuarentena, que había dado positivo para el coronavirus y que ella misma estaba esperado los resultado de su examen.
En la historia, la vieja volvía al día siguiente, porque quería hacer una devolución y antes la negativa de los vendedores a atenderla, ella les dice que no se preocupen, que son jóvenes, que el virus no debería afectarles tanto a ellos... básicamente "me importa una raja contagiarlos y a ustedes tampoco debería importarles".
Y toda la historia se me hizo creíble, porque ya tengo mi prejuicio de los cuicos, porque mas tarde salió la noticia del zorrón que sin dignarse a comprobar su diagnóstico, no encontró nada mejor que ir a meterse a un matrimonio en temuco o el otro viejo cuico que chocó en la florida y expuso también a medio mundo, así que una historia mas de desconsideración por parte del cuico no se me hizo inverosímil.
Pero lo cierto es que hasta el día de hoy no estoy segura de que la historia de la mujer que fue a la librería del barrio alto sea cierta, solo es un caso de "la verdad, ni me sosprende".

viernes, 27 de marzo de 2020

recuerdos en tiempos de coronavirus

Hace años atrás, tuve un dolor en el sector derecho de las costillas, escupí sangre, me hice un escanner el cual decía "infarto, derrame pleural".
Cuando una lee algo como "infarto" en un informe de scaner, pues una se imagina el corazón detenido... ¿Por qué sigo viva si tengo un infarto? ¿No debería haber alguien poniéndome paletas con corriente en el pecho para que el corazón me vuelva a latir y se me quite el infarto?
-Bueno, si, tiene un tromboembolismo pulmonar, y debería ir a urgencias-me dijo el médico que miró mi informe de escaner-. Debería ir hoy, porque mañana... bueno, tal vez si puede ir mañana, pero es mejor que vaya hoy-me decía, con mis examenes en la mano, mientras yo pensaba en quitárselos y salir corriendo a la urgencia para que me pusieran las paletas con corriente, gritando "clear!" porque de pronto mi vida era una capítulo de Grey's Anatomy.
Pero el doctor no dejaba de hablar, yo hablaba por teléfono con mi hermano, que a donde era mejor ir, porque tenía una trombosis en el pulmón...
-Tromboembolismo pulmonar!-acotaba el médico, en el fondo. Poco le faltó para negarse a pasarnos los exámenes de vuelta hasta que dijieramos bien el término. Es que claro, si le decíamos trombosis a la gente de la clínica no fuera a ser que se equivocaran y me dieran anticoagulantes para la pierna... cosa que NO EXISTE.
Al final resultó que no necesitaba paletas, porque el infarto era en el pulmón y no en el corazón, lo que explicaba que yo hubiera andado dos semanas campante con un infarto en el cuerpo. Resultaba además que el infarto y el coágulo que taponeó la parte del pulmón, todo aquello era "chico". Es mas, el doctor de la clínica hablaba de un "trombito". Así que la histeria previa del otro médico, solo había servido para que la desesperación se agarrara de mi.
Un año mas tarde, otro médico iba a ser un histérico respecto a mi informe de escaner, porque vió escritas las palabras "posible diagnóstico: angiosarcoma".
Antes ya lo había visto yo, y en la sala de espera había googleado sobre el cáncer ya señalado, una enfermedad con una expectativa de vida de 6 meses a 3 años. Algo así como entre 50mil persona y 1.200.000, no?
Pero 3 años es poco, y 6 meses es mucho menos, peor aún si no ha cumplido 30.
Si dicho doctor, hubiera tenido la capacidad de mirar escaneres, hubiera hecho lo que una cirujana de torax hizo una semana después, comparar el escaner del 2016 con el del 2017, donde habría descubierto que la masa misteriosa que el pulmón ya estaba cuando sufrí la trombosis y que por el lento crecimiento al parecer NO era un cáncer tremendamente agresivo como es el angiosarcoma y que de hecho era poco probable que fuera cáncer for real.
En lugar de eso estuve una semana creyendo que me quedaban 6 meses de vida.
¿Qué lecciones saqué de todo esto? Ninguna, porque la vida es un proceso completamente aleatorio y nada importa en realidad.
No es cierto, pero luego de tanta cosa que amenazó mi vida y mi salud de formas reales e hipotéticas (porque cuando me operaron para hacerme la biopsia le dijeron a mi familia que era una posibilidad que yo simplemente me muriera en la operación porque era compleja), supongo que he aprendido a relajarme un poco, tal vez, demasiado. Así que me es un poco dificil saber si solo estoy evadiento la realidad, o si mi estado de tranquilidad es lo correcto.
Hace unos días, mi cuñada que está tan en cuarentena como yo, leyó sobre síntomas del coronavirus en chile y se empezó a psicosear, que el resfrío le había durado mucho, que estornudaba, que la alergia... etc. Le dije que como una persona que fue a hacer el ridículo a urgencias por miedo a una nueva trombosis como 3 veces, había aprendido que si no habían síntomas cuáticos de resfrío, no ameritaba preocuparse de coronavirus de verdad. Algo se calmó y pudo seguir teletrabajando.
Porque claro, después de la trombosis, cada vez que sentía un dolor en el costado donde había ocurrido el "mini infarto por el trombito", pensaba que estaba sufriendo una nueva trombosis y que me iba a morir, y en dos ocasiones simplemente fui a urgencias porque me dolía.
Al final decidí que si no tenía dificultades para respirar no estaba en riesgo mi vida, así que pensé "pico", no me preocuparé. Así que aplico el mismo criterio al miedo constante de contraer una enfermedad que no sé como va a funcionar en mi cuerpo ni en el de mis seres queridos.
Pero obviamente ese nivel de tranquilidad no está en todos, como por ejemplo mi mamá y mi hermano, que están todos urgidos porque como tuve problemas en el pulmón, pues soy población de riesgo y todas esas cosas.
Me gustaría volver a ser joven, para no preocuparme de estas cosas y así poder salir a comprar tranquila, y no estarle encargando cosas a Rodrigo que hace de tributo cada vez que sale fuera de la casa. 

viernes, 20 de marzo de 2020

Un don y una maldición

Tengo buena memoria.
Tan buena es mi memoria que en momentos de mi vida, ha perturbado a gente que no es tan buena para acordarse de cosas.
En rigor, tengo la memoria de una persona desocupada, creo yo.
El tema es que tengo buena memoria para puras estupideces que no le sirven a nadie. Como las frases de los Simpsons, por ejemplo, pero, es que quién no?
Pero bueno, por ejemplo, hace años atrás, en el grupo de facebook sobre cine donde conocí a Rodrigo (porque si si ya, lo conocí en un grupo de facebook, ya?) había una mujer, a quien vamos a llamar Susana Sol, a quien pelábamos con Rodrigo porque cuando aparecía un torrent de una película ella solía comentar que no lo iba a descargar hasta que el torrent saliera en calidad 1080, que es como la calidad pulenta que salen las películas en torrent cuando ya llevan su resto de tiempo estrenadas en el cine.
Nosotros nos burlábamos, que "1080 posom".  Es que no tiene sentido si la weá ya se ve bien en un formato mas modesto, y sobre todo... "loco, los spoilers".
Todo esto fue por allá por el 2016.
Ocurrió, que hace unos dos meses, Rodrigo andaba cachureando torrents de películas, y había aparecido x película de estreno.
-Mira tu, ya la subieron en 1080- me comenta Rodrigo.
Yo suspiro aliviada, y le digo "que bueeeeno, así va a poder verla la Susana Sooool!!!".
Él se rió, y me dijo que yo era un baúl de recuerdos, que cómo guardaba esas cosas para andarlas sacando ahora.
Pero no solo es algo gracioso, porque cuando pasan o escucho cosas feas también se me quedan grabadas con fuego en la memoria y entonces sufro.


Cuarentena, día 5

Con el coronavirus una ha pasado por diferentes posturas, desde el conspiranoide hasta una nueva mutación que se ha desarrollado en mi ahora último.
Y es que los cuicos qlios me han despertado una odiosidad de niveles desproporcionados, un odio que no sentía desde que era facha y odiaba a los imputados menores de edad que salían en las noticias, por allá por el 2007-2008.
Porque una se entera de un cuico qlio que después de hacerse el exámen del coronavirus se va a otra región, a un matrimonio, luego resulta positivo y ahora, para mas cacha, no se digna a informar dónde estuvo metido porque eso de colaborar con la justicia al parecer es cosa de rotos; que no se molestó en saber el resultado del exámen, porque eso de "con todo sino pa qué?" es cosa de comunistas... Una se entera de esas cosas y una parte irracional y visceral hace que te den ganas de que lo metan preso y reciba las penas del infierno... venganza antes que precaución.
Luego una vuelve a la racionalidad y piensa que no sirve de nada el weón preso, mas que para contagiar al resto de la cárcel.
Tal vez así si que si empezó en Venezuela, se acrecentó el odio a los cuicos.
Ahora, fuera de broma (porque tal vez una a esta altura no debería bromear), me volvió el tiritón de párpado, cosa que no me daba desde que vivía en apatronaje, con gente que llamaba por teléfono para echarme la foca.
Es que mi mamá se pasó un poco por la raja la cuarentena. Tenía motivos, pero algo que pudo haber hecho en una salida, lo hizo en 3, quitándole todo sentido a hacer la cuarentena con ella.
Mirando twitter, me di cuenta de que no era la única persona en el país que padecía el infantilismo del adulto mayor, que igual quiere salir, que no ve la gravedad del asunto, que... de verdad no entiendo, habiendo tanto matinal alarmista...
En fin, se supone que ya no va a salir mas.
Yo tenía mas cosas para escribir, pero ya las olvidé.

martes, 10 de marzo de 2020

La rubiedad del Rey

Mi mamá sufre el delirio de que su hija es rubia.
Cuando estaba chica, mi mamá me lavaba el pelo con manzanilla, porque había que hacer visible la rubiedad escondida que tenía yo y que al parecer solo ella podía ver.
Mi mamá me dijo que cuando yo nací tenía los ojos azules. Afortunadamente ella era consciente de que todas las guaguas nacen con los ojos azules. Rodrigo me explicó que lo que en realidad ocurre es que las guaguas nacen con una película protectora de los ojos, que le da ese efecto azul.
Yo solo he visto guaguas recién nacidas en la tele, que probablemente no son recién nacidas reales (porque si lo son, weón, qué pena), así que en realidad no sé nada de ojos azules lactantes.
El delirio de mi mamá sigue en la actualidad, y me causó un episodio de bullying en el colegio, cuando tenía como 10 años.
Ocurría que como toda mujer, mis piernas eran peludas, pero mi mamá siempre me dijo que los pelos de mis piernas eran rubios, que apenas se notaban, porque obvio que yo era rubia.
Por mucho espejo que tengas, si tu mamá te dice desde siempre que eres rubia, te lo crees, sobre todo si entre el montón de pelos evidentes hay uno que otro descolorido. "Tal vez soy yo la que me veo estos pelos y nadie mas, tal vez mi hirsutismo piernístico es como la gordura que se ven las anoréxicas". La anorexia es una variable en esta historia. Los medios de comunicación, los documentales alarmantes y cualquier intento de campaña contra los desórdenes alimenticios que se haya hecho, hicieron bien su trabajo conmigo, demasiado bien... Siempre me dije, "si me encuentro gorda pero todos me dicen que estoy flaca, les voy a creer, a la mierda si me cuelga la guata o se me revientan los talones por la gordura, le creeré al resto".
La cosa es que en 5to básico, un día de verano, me saqué las pantys y me presenté en el colegio con jumper y calcetas. Calcetas hasta el talón, dejando completamente expuestas mis piernas peludas con disque pelos rubios... pelos ABC1.
-Cortale los pelos, Cathy- me dijo un compañero, al que ignoré, porque wn, obvio que era un fijón, si yo tenía los pelos rubios.
La experiencia no fue tan terrible como se puede imaginar, porque yo, al igual que la mujer del stand up comedy que vi en Netlifx, tenía la autoestima de un hombre de 85 años. Lo cierto es que en el bullying nunca me afectó la calidad de lo que me decían sino mas bien la cantidad. Mas que herir mis sentimientos, me hinchaban las pelotas.
Pero llegué a la conclusión de que no era rubia y sin conocer la historia del traje del rey experimenté lo que probablemente sintió ese pobre señor cuando el niño le dijo que estaba en pelota. Así que tomé medidas extremas y me puse calcetas largas, que me tapaban la parte mas peluda. Problema resuelto.
El problema no se resolvió, los pelos fueron algo que me amargó la vida durante mucho tiempo de la juventud.
Mi mamá (ustedes a esta altura se deben preguntar por qué le seguía haciendo caso a la mujer delirante), como toda madre de su época, afirmaba tajantemente que no había que afeitarse, porque disque el pelo sale mas grueso después. Así que obvio que había que sacarme los pelos con cera caliente y sufrir, porque si una se los arrancaba constantemente me iban a dejar de crecer, tal como a ella en la actualidad, que le salen 4 pelos en las piernas.
Lo que ambas ignorábamos es que a ella le salían menos pelos en las piernas porque tenía mas mala circulación que yo y que no existía relación con la cera caliente, porque wn, mi papá y mi abuelo también tenían pocos pelos en las piernas.
Así fue como buena hija del patriarcado me sometí a la tortura de la cera caliente, que no dejó de doler montones hasta que pillé a una peluquera que tenía toda una técnica que hacía todo mas indoloro. Pero las peluqueras cuestan plata, así que no siempre lo pude hacer.
Ya como a eso los 20 y algo, una amiga me contó que se había dado cuenta de que afeitarse las piernas no le generaba mas pelo y que el efecto "pelado" le duraba varios días, así que le empecé a copiar.
Luego, mi ex, cuando no era mi ex aún, me informó que había leído un paper o visto un documental, o había leído un artículo en la revista Cosmopolitan... algo así, que habían descubierto o afirmaban que el pelo no crecía mas o menos por afeitarlo, sino que daba la impresión de salir mas grueso porque las raices suelen ser gruesas y es lo primero que siente cuando te tocas la zona afeitada luego de dos o tres días.
Yo intenté difundir la palabra con mis amigas pero todas me mandaron a la chucha, porque como algo que les simplifique la vida iba a ser cierto...
Mi mamá sigue creyendo que es pecado afeitarse las piernas.
Pero mi problema pelístico no acabó con eso, porque mas tarde conocería los beneficios del corticoide.
Si bien una tiene que agradecer no haberse convertido en Jabba, uno de los cambios ocasionados por el corticoide fue la vellosidad no deseada. "Estúpido, mis estándares de belleza establecidos por el patriarcado, idiota".
Me salieron pelos en la espalda baja, en las mandíbulas y en las mejillas, justo debajo de los ojos. Todos, lugares inafeitables, porque me habría terminado cortando.
Intenté sacarme un pelo de las mejillas con una pinza, pero me quedó un enorme punto rojo y me dolió demasiado para que valiera la pena.
Entonces le comenté a mi mamá que me había vuelto una mujer peluda y adivinen que me dijo cuando me miró los pelos...
-Aaaah, pero son finitios, y son rubios, ni se notan.
Como ahora estaba bajo los efectos del corticoide no me dió la paciencia y la mandé a la chucha y le dije que era una mujer delirante, que veía rubiedad donde no la había.
Bueno, todo eso se lo dije que forma mas suave, la ira me la comí.
Finalmente, vi en el llame ya un afeitador miniatura que tiene forma de lápiz labial y que dice depilar todos esos pelos de la cara, porque como es para venderlo al público femenino, no pueden decir que la weá en realidad afeita, porque los hombres se afeitan ¿No?
Bueno, yo fui y me compré la versión china y ahora nadie sabe que fui una Frida Kahlo.
Mi mamá... mi mamá sigue creyendo que soy rubia. Nada que hacer. 

Mi primera marcha de 8M

El 8 de marzo ha sido un día que ha ido cambiando su significado para mi con los años. Es una explicación preeliminar para decir por qué no he ido antes a una marcha 8m.
Desde que tengo uso de razón, el día de la mujer en mi casa siempre fue mirado con cierto desprecio, al menos por parte de mi madre, que viene de una generación diferente, criada bajo una concepción diferente de las relaciones entre las mujeres.
Mi madre viene de la escuela que te establece que las mujeres son competencia, incluso en éste momento de su vida en que ya no tiene interés en el romance ni el coqueteo, tiene enraizada la idea de que aquella mujer que muestra su cuerpo bajo cualquier concepto o intenta llamar la atención masculina mediante cualquier actitud es merecedora de su total desprecio. También porque mi mamá tiene ese criterio facho, de que la gente es mala porque es mala y que el contexto y el trasfondo de una acción no existe a menos que se trate de un paco pegándole a alguien, porque entonces todo es el contexto.
Para los días de la mujer de mi infancia, yo solía encontrarme en mas de alguna ocasión con una escena con el siguiente tenor: el animador de un programa, usualmente un animador archiconocido, de edad ya avanzada, prácticamente una vaca sagrada de la televisión, saludaba, por su día tan especial, a lo mas lindo del planeta que son las mujeres. Iba y le pasaba una flor a alguna modelo, o simplemente le daba la felicitación mientras la miraba de arriba hacia abajo con cara de pervertido. "Feliz día a usted y a todas las mujeres" le decía mientras la modelo sonreía probablemente incómoda sintiendo la amenaza de ser babeada en cualquier momento.
Ante esa imagen, ya  mi corta edad, sentía la molestia de algo que no podría explicar hasta la actualidad, y es que mas que día de la mujer, parecía día de la condescendencia hacia la mujer.
Ya mas grandota, como a los 18, 19 años, escuché por primera vez un enfoque diferente sobre la fecha. Fue cuando apareció mi ex cuñada diciendo que en éste día no se felicitaba, que no era un día de celebración, sino que de conmemoración, que era un día triste, porque se conmemoraba la muerte de montones de mujeres obreras.
Y bueno, después tuve internet.
Pero no empecé a decontruirme como hasta el 2016 apróx. cuando empecé a darme cuenta de lo machista que había sido toda mi vida. Pero no comencé a enojarme de verdad como hasta el 2017.
Pero entre 2017 y 2018 estuve un poco ensimismada, porque la amenaza de tener cáncer y todas esas cosas. Si hasta volví a comer carne, a ese nivel de egoísmo con el mundo...
No fui a ninguna marcha post estallido social, porque soy una cobarde y porque como ya vi con mis propios ojos lo histéricos que se ponen mis seres queridos cuando creen que me puedo morir, me da como mucha pena volver a exponerlos voluntariamente a un susto así. Hospitalizarme por un balín en el ojo o una lacrimógena en la cabeza no parecía una opción responsable.
Pero me aburrí, así que el fin de semana anterior le dije a mi cuñada que nunca había ido a una marcha de 8m pero que ahora quería ir y ella me dijo que estaba en la misma situación. Así que ahí andábamos las dos, caminando por la alameda desde el metro los Héroes, camino hacia la marcha.
No solo fue mi primera marcha de 8m sino que también fue la primera marcha a la que fui sin pareja, porque he ido a pocas marchas en la vida en realidad. Porque cuando si era prendida con las marchas, solo tenía a mi ex para informarme sobre la organización de éstas y él no siempre quería que yo fuera con él. Por la independencia, o porque yo tenía una mala actitud, o por qué se yo? ya no me acuerdo.
Caminamos hacia Plaza Dignidad por la alameda, pero no alcanzamos ni a llegar al GAM porque estaba super lleno de gente... entre 150.000 y 2.000.000 de personas... algo acotado, no?
En momento, o en varios en realidad, nos quedábamos todas detenidas, apelotonadas, bajo el sol y yo le decía a mi cuñada "¿Qué clase de salida de estación Central es ésta?" y ella me respondía "una mucho menos irritante".
Comencé a preguntarme la raíz de cierta comodidad. Está bien, estabamos con todo el efecto mental que produce andar metida en una causa que te hace sentir superior a los fachos, pero fuera de eso, habían aspectos técnicos y prácticos que nos generaban mas comodidad. Fue entonces que me di cuenta de que para empezar, no estaba preocupada de recibir un agarrón, porque no andaban hombres a la vista. Excepto un par de panes jamón y queso que andaban por ahí acompañando a sus parejas, y un hombre tremendamente sospechoso que vi, que era pelado, andaba solo y tenía una N tatuada en el cuello.
No solo éramos libres del psicoseo del agarrón, sino que también sentí, un mínimo respeto por mi espacio personal. O tal vez solo fue mi impresión y solo fue que tener contacto físico involuntario con mujeres se siente menos desagradable que con hombres.
Me di cuenta de que nunca había estado en una multitud de mujeres casi 100%, porque claro, nunca había ido a una marcha 8m.
Camino hacía la Plaza, nos encontrábamos con pacas en el camino, y los cánticos contra ellas no se hicieron esperar: "Puta, maraca, pero nunca paca", "La paca jalera, no es mi compañera", "Allá están, ellas son, las que matan sin razón" y el infaltable y clásico de todas las marchas "La que no salta es paca". Pero tres veces no más, porque... mis rodillas.
A mi igual me dió un poquito de miedo, porque esa gente siempre puede ensañarse ¿No? Vi a algunas pacas cagás de la risa, no sé si por los cánticos o porque se imaginaban disparándonos. Vaya a saber una.
Los cánticos para echar a los feministos fueron escalándo, empezando por "los pololos pa la casa", "los maridos pa la feria", a "los machitos pa la casa" y finalmente "los weones pa la casa".
-Si mi hermano no vino, no viene ni un weón- dijo mi cuñada.
Caminamos desde el Santa Lucía de vuelta hacia la Moneda, pero ya llegando a Uchile empezamos a sentir olor a lacrimógena y aprovechando que en ese momento puntual el metro estaba abierto, nos fuimos de la marcha, a eso de las 14:30 Hrs.
Obvio que el otro año voy, aunque usaré sombrero y bloqueador, porque ahora parezco jaiba.

martes, 18 de febrero de 2020

Superioridad moral

Lo bueno de haber sido operada dos veces de pulmón, en un hospital público, creyendo durante una semana que tenía cáncer terminal, para luego creer que a lo mejor era un cáncer mas suave hasta estar casi segura de que al parece no era cáncer hasta tratarme lo que sea que haya tenido sin tener una respuesta real, es que tengo mucha experiencia en el mundo de la salud que le puedo restregar en la cara a cualquier que me venga a decir "es que no quiero tomar tantas pastillas", "es que tengo que ir al médico", "es que estoy chata de haber ido al médico dos veces en la vida". Los puedo mandar a todos a la chucha, y tirarles toda la artillería de la vida sufrida que tuve durante dos años.
Esto durará hasta que llegue alguien con cáncer a mi vida, cosa que espero que no ocurra, porque el cáncer obviamente es mas trágico y terrible y atemorizante.

Chúpalo Karol Dance

Hay una película llamada Ex-Machina, que si no la he visto deje de leer porque esta entrada contiene spoilers, pero sino le molestas los spoiler allá usted.
La película es de ciencia ficción, y trata de un programador que visita a un hombre que hizo un robot y quiere que al robot se le haga un Test de Turing, que por lo que recuerdo de la película, consiste en evaluar que tan humana es la máquina en cuestión.
Y bueno, el spoiler es que en una parte de la película, el tipo se entera que la empleada que los atendió toda la estadía, es también un robot, ya que se saca un pedazo de "piel" y se puede ver la misma rejilla que tiene la mujer-robot "protagonista". Esto, lleva al programador a ponerse frente a un espejo y herirse la cara, para comprobar que él mismo no es un robot.
Karol Dance sacó un libro, hace como un par de meses, no sé exactamente cuando. Él es el tipo de personas sobre las que me enorgullezco de no saber nada, como Yingo, como Arenita, como muchas cosas que aprendí en estos días y que por contraste, no me enorgullecen.
No leí el libro, porque no me da la paciencia y mi tiempo es valioso. Si lo voy a desperdiciar será jugando Los Sims y no leyéndo a Karol Dance. Pero hay un Podcast en spotify, llamada "El club de lectura de las Amikas", quienes hacen reseñas de libros. Había resumen de Jane Eyre, de Charlotte Bronte, de Mujercitas de Luisa May Alcott... y yo elegí el podcast del libro de Karol Dance.
Me enteré de muchas cosas, como de que existía Yingo, que no sé que hacían realmente, pero que gozaba de la presencia de muchos jóvenes.
Karol Dance es un personaje, eso no tiene discusión. Y el libro es claramente una mierda inleíble, aunque las chicas del podcast fueron bastante amables para mi gusto con el sujeto, y el libro mismo. Karol Dance es un hombre que de verdad se compra y vende el cuento de la meritocracia, como quien vende y usa Herbalife... o cocaína.
Ese hecho puntual me basta, pero el libro además está lleno de anécdotas que te hacen decir "me estas hueveando".
Y es entonces cuando llega Ex-Machina a mi mente, porque cuando aparece un individuo que tiene claramente una línea de pensamiento general, tan opuesta a la mía, tan diametralmente contraria, no puedo evitar pensar que tal vez soy yo la que está equivocada y me pongo en modo "me cortaré la cara para saber que no soy un robot". ¿Seré yo, señor?
Luego me pongo a pensar que el facho promedio está demasiado convencido de tener la razón y que ni siquiera se hace tal cuestionamiento, y entonces llego a la conclusión de que soy mejor que ellos por el simple hecho de cuestionarme.
Por supuesto que tengo razón, porque soy mejor que los demás. 

Peor es mascar lauchas

En mi ex trabajo, mi ex jefe, en lugar de decir "muchas gracias", decía "muchas lauchas", porque es una persona especial o porque es un papá, vaya una a saber. Así que como soy una mujer sin personalidad propia, se me pegó la costumbre de decir lo mismo.
Nada hacia presagiar que una expresión así se iba a volver tan desafortunada con el paso del tiempo.
Creíamos que había una laucha en la casa. Básicamente porque la vimos.
Un día, hace un par de semanas estábamos viendo tele, sentados en el sillón, y tres personas, incluyéndome, vimos de reojo una pequeña sombra negra que, perfectamente podría haber sido una bolsa o una pelusa arrastrada por el viento, desde el lado del sillón hacia la cocina. Podría haber sido eso, de no ser por la consistencia de su trayectoria, tan recta, tan poco de ventolera.
Ya, obvio que no era una laucha. ¿Por donde se iba a entrar?
Bueno, ocurre que le hicimos un hoyo a la puerta para entrar la manguera de la lavadora al lavaplatos, y a veces dejamos la manguera afuera y eso deja un hoyo, tamaño laucha completamente disponible, 24/7 en nada mas y nada menos que la cocina.
Cuando Rodrigo fue a mirar debajo del mueble donde se había escondido la posible pelusa/laucha ya no había nada.
Buscamos en el mueble de la comida y no habían hoyos, ni envases vulnerados, ni rastos de presencia roedora.
Nuestro último intento de investigación fue dejar el piso de la cocina lleno de harina para ver si habían huellas a la mañana siguiente, pero los resultados no fueron concluyentes.
Así que optamos por la respuesta que implicaba menos problemas para todos, es decir, asumir y creer, ciegamente, como la gente cree en el señor que no había ratón en la cocina.
Durante algunos días seguimos escuchando ruidos de golpeteo con metal, pero yo siempre le achaqué dichos ruidos a las palomas que están anidando en las canaletas, arriba, y que suelen hacer reuniones, juntas de vecinos, clases de zumba y yoga en silla. Son palomas muy activas.
Entonces ya el sábado, mi cuñada dice que encontró pruebas irrefutables que hay al menos una laucha viviendo en el horno, que fue a sacar un sartén del horno y encontró la característica caquita negra que parece semilla de Mirabilis Jalapa. Pero como yo no tengo un coracón canuto, decidí creer que si había un ratón y no que estaba creciendo una planta en el horno.
Mas pruebas llegaron el sábado en la tarde, cuando nos encontrábamos viendo tele con mi cuñada y definitivamente escuchamos ruidos en el horno.
Así que yo me armé de valor, me mentalicé con que una laucha tendría mas miedo de mi que yo de ella, y con matamoscas en mano (porque el fin era asustar, no agredir) empecé a abrir y vaciar los muebles uno a uno, dejando el horno para el final.
Cuando finalmente abrí el horno y saqué todos los sartenes, me encontré con un montón de paños de cocina llenos de caquita y un paño de cocina en especial que había sido tironeado por unos espacios que tiene el horno hacia abajo. Cuando saqué el paño estaba todo roído.
Comenzamos a dudar de la inteligencia del roedor, que en lugar de sacarnos comida al parecer se había estado comiendo un paño de cocina. Tal vez le tincó porque el paño no tiene sellos, vaya a saber una...
Ingenuamente eché cloro por todo el horno, y dejé la puerta abierta, creyendo que con semejante muestra de hostilidad, la laucha dejaría de sentirse bienvenida y se iría. Mas tarde me enteraría que simplemente le limpié el baño, cosa que no he hecho ni con el mío. Claramente fue un mensaje confuso para la pobre.
En paralelo le mandé fotos del horno a Rodrigo, que estaba en el trabajo, y que decidió pelarse unos gatos de papel que estaban en la fábrica donde trabaja actualmente, la cual vive llena de ratones. Tranquilos, no es una fábrica de comida... para humanos.
Pero me bajó la curiosidad con el famoso gato de papel, que consiste en una cajita de cartón que contiene pegamento en su interior y que al parecer huele a algo que a los ratones les agrada, así que el ratón se mete ahí y queda pegado. Busqué cuánto duraba el pegamento o si se podía despegar de alguna forma y terminé en un blog de una persona que había intentado rescatar ratones de esas trampas, que no se despegaban con nada, que poco menos que tuvo que hacer un trabajo de depilación con los pobres. Junto a eso, vi varias imágenes de ratones pegados y pensé "jell nou!",
Mientras tanto me dediqué a lavar sartenes con cloro, para después recordar que la rejilla del horno también estuvo en contacto con la laucha. Sospeché que había ocupado los fierros para bailar el caño, así que también le eché mucho cloro.
El domingo seguíamos sin hacer nada respecto al ratón, mientras almorzábamos y escuchabamos cada vez ruidos mas fuertes dentro del horno, porque claro, ahora no había paños de cocina.
Los ruidos llegaron a tal volumen, que yo llegué a pensar que la laucha estaba llamando a sus otros amigos ratones para hacer una minga y que estaban poniendole troncos al horno para llevarselo de la cocina.
Finalmente decidimos que correríamos los muebles, le daríamos el susto de su vida al animal y saldría a refugiarse en algún otro lugar, en una actitud tan propia de nuestra nación, que la weá sea problema de otro.
Cuando Rodrigo corrió el horno apareció la laucha, que debe haber medido unos 20 centímetros de largo sin incluir la cola, mas grande de lo que yo creí haber visto de reojo en su momento, mas chica de lo que esperaba Rodrigo que está acostumbrado a ver guarenes en donde trabaja.
Pero la weona obviamente no fue hacia la puerta de salida, sino que se escondió debajo de un mueble que estaba mas hacia dentro. Con el matamoscas Rodrigo se puso a espantarla de ahí, para que corriera hacia la puerta, pero volvió a esconderse dentro del horno, que estuvo ahí todo el tiempo esperándola.
Así que sacamos el horno al patio, para espantarla de ahí y corriera hacia la calle, pero resultó que en algún momento de movilidad del horno, la loca escapó hacia debajo del lavaplatos, que tocó la suerte que tenía una tabla caía que permitió su ingreso.
-Ahí está la maraca- dijo Rodrigo, ya choreado alumbrando al pobre animal debajo del lavaplatos. Ya habían pasado 2 horas. O tal menos, pero se sentía como mas.
Cuando conseguimos que saliera de debajo del lavaplatos, yo me escondí cobardemente detrás de Rodrigo quien al parecer también se espantó porque la laucha se puso a saltar en su desesperación por no estar al tanto de que había una puerta gigante abierta detrás de ella.
Corrió hacia el patio y se escondió debajo de unos cachureos que le fueron tremendamente convenientes. Mientras yo decía que obvio que la laucha se quedaría ahí hasta la noche donde podría huir a otro lugar la loca decidió que era buen momento para volver a salir corriendo, justo en dirección al horno que estaba el patio.
-Nooooo el hornoooo!
Rodrigo corrió detrás de ella, quien afortunadamente pasó de largo el horno y siguió hacia el patio delantero donde le perdimos el rastro.
Sospechamos que terminó donde los vecinos.
Cuando Rodrigo corrió el horno notó que habían restos de comida, que seguramente se nos ha caído cuando cocinamos.
-Por eso no sacó comida de los muebles, porque se estaba comiendo las sobras- dedujo nuestro joven protagonista-. Pobrecita.
El mejor lado de todo esto, es que la pobre laucha no alcanzó a dejar crías, porque con crias de ratón si que no habríamos sabido qué hacer, y a pesar de que me daba miedo, le deseo lo mejor al pobre animal.

viernes, 7 de febrero de 2020

Problemas sin solución

Yo y el café tenemos un problema. Un problema mas allá de lo estereotipo de ser adicto al café y del drama conceptual de ser el tipo de persona que lee tomando café.
Hoy me tomé una taza al desayuno, luego me dió por tomar otra a eso de las 12 y después de almuerzo quería café otra vez.
Así que busqué cuánto era lo máximo de café recomendable al día y bueno, son 3 tazas... o creo que 4, ya lo olvidé.
El tema es que no tomaré café a la once.
¿Qué habíamos dicho de las cosas irrelevantes y de la soberbia de contar la propia vida? Que es bullshit, este blog se llama diario de vida con filtro y por lo tanto no tiene mas pretensiones.
Hablando de pretensiones, aunque no tiene nada que ver, tengo también todo un problema mecánico/logístico con el tema de escribir. Me explico. No me gusta escribir en el notebook, porque no visualizo bien las cosas que he escrito, y puedo estar horas teclando y siento que no escribí nada.
Por otro lado, escribir en papel tiene problemas mas mecánicos que filosóficos, como es el simple hecho de que me duele la mano y de que me da miedo la tendinitis porque es algo que le puede dar a la gente.
Mas psicoseada quedé luego de operarme, cuando perdí como el 70% de movilidad en el brazo izquierdo temporalmente y durante todo ese tiempo le di como caja a mi pobre, pobre, pobre mano derecha.
Entonces... el café.
Mi problema real con el café comenzó cuando me acostumbré a tomarlo sin azúcar, porque antes de eso simplemente tomaba café de vez en cuando porque le estaba huyendo al azúcar. Pero entonces me pasaba que la desconsiderada gente que vive conmigo se ponía a tomar café al desayuno y me llegaba el olor y mientras yo me tomaba ese insípido te verde.
"Se acabó", dije un día "me acostumbraré al café sin azúcar porque también quiero tomar café!" y dicho eso salí de la fila del banco ante la mirada extrañada de los otros clientes.
Y bueno, ahora resulta que quiero café.