jueves, 26 de diciembre de 2019

de la furia del libro y de las frivolidades

El domingo fuimos a la Furia del libro, que es un evento que se realiza todos los años, en el GAM, donde se instalan un montón de stands de editoriales independientes y en parelelo se realizan conversatorios, charlas y disertaciones en las instalaciones del centro cultural.
En una de estas charlas iban a estar las Tesis.
Cuando se ha tratado de charlas sobre feminismo, yo soy medio soberbia, pero no soberbia de verdad, sino que siempre tengo la impresión de que simplemente le van a predicar al coro conmigo, es decir, no me dirán nada que yo ya no piense. Es lo que suelo creer, y cada vez que voy a una me doy cuenta de lo equivocada que estaba.
Las tesis dijeron cosas interesantes y relevantes, que me llevaron a pensar diversas cosas que no sé si son para una sola entrada, sobre todo considerando en las frivolidades que planeo exponer acá mas adelante.
Fui con Rodrigo y con mi cuñada, y al final de la charla, mi cuñada fue y conversar con las chiquillas y les dijo cosas que yo no logré escuchar, y luego les pidió una foto, igual que la mitad de la gente de la sala. Yo me sentí cohibida, o mas bien "de cartón" porque yo no fui nah a decirles lo bacanes que eran, así que no me dió la perso para pedirles una foto... porque wn, la weá posera.
Pero mi cuñada tiene una foto con ellas y con eso me basta para cuando les den el premio nobel de la paz y yo pueda decir "mi cuñada se sacó una foto con ellas".
Terminada la charla, nos pusimos a pasear por los stands, porque como son editoriales independientes tienen una serie de joyas. Allí fue donde en algún momento encontré un libro sobre los significados de la comedia que ni siquiera salía mencionado en wikipedia cuando busqué al autor. A ese nivel de independencia. Pero esos eran otros tiempo, esta vez no tenía dinero.
Entre vitrineo y vitrineo, de pronto veo en un stand, muy animada conversando a nada mas y nada menos ni nada mas que a Nona Fernandez. Agarro a Rodrigo del brazo y le digo "ahí está Nona Fernandez! Es la que escribió el libro ese del que te conté". A Rodrigo le hablo de muchos libros, así que esa premisa no le aclaró nada, pero me siguió el juego con la emoción.
Siempre veo gente relativamente famosa en la calle (como el compadre Moncho, que lo he visto como 5 veces desde que vivo en santiago y 3 de esas fueron en el 2016), pero nunca nadie que me inspire algo parecido a la admiración. Hasta ahora.
-Podría comprar un libro para que me lo firme- le dije a Rodrigo, y como él prende con agua, en cosa de segundos estábamos comprando Chilean Electric en otro stand -. Mira que no se vaya!- decía yo, ya medio poseída por la emoción y los nervios, mientras esperaba que el vendedor del stand me atendía.
Cuando me acerqué a Nona, ella estaba conversando muy animada con unos chicos del stand x, y como me dió lata interrumpirla, me limité a pararme al lado de ella de forma creepy. Afortunadamente los chicos del stand me vieron y le avisaron que yo estaba fuera de su campo visual con un libro y un laṕiz en la mano: "te quieren pedir una firma". Ahí es cuando Nona se da vuelta y sonriente me dice "si, claro, hola", mientras yo sonriente le digo "te quería molestar con un autógrafo".
Me pide el nombre y ahí yo recuerdo todas las formas en las que se puede escribir y todas las letras que voy a tener que irle aclarando mientras lo escribe. Cuando termina de escribirme el autógrafo decido decirle lo que había planeado desde el momento en que fui a buscar el libro para la firma.
-Te quería comentar que hace poquito leí La dimensión desconocida...- ella se pone seria, y me dice "ya...", como esperando que yo le diga algo terrible-. Y es un libro que me daba miedo leer -, se caga de la risa, luego pensé que a lo mejor creyó que le iba a decir que yo era familiar de algún detenido desaparecido y que probablemente se alivió al saber que no era el caso.
Le digo que encuentro que expone tan bien las cosas que hasta me sentí como acompañada durante todo el libro. Ella se muestra conmovida, me dice que le alegra saberlo porque era una de las cosas que se cuestionaba cuando lo escribió, porque el tema es fuerte.
Le dije que la gracia es que centraba en las víctimas y me dice "si, porque no se trata de él (el hombre que torturaba), él es la excusa para hablar de ésto".
Nos despedimos y yo me alejo llena de dignidad hasta que salgo de su campo visual, entonces Rodrigo y mi cuñada me ven la tremenda sonrisa y los tres hacemos un pequeño gritito de emoción cual quinceañeras luego de ver a una estrella de K-pop. O un grupo de comunistas luego de ver un grupo de K-pop... o un grupo de chavistas/comunistas/abortistas luego de ver una estrella de K-pop. Ustedes saben.

Cosas que saqué al limpio de mi misma con éste evento tan emocionante para mi.
Que fue emocionante. Fin.

No, una cosa que noté, es que el nivel de emoción y chochería luego de intercambiar palabras con una escritora pulenta, duró varios días, y yo andaba contenta por la vida como cuando una se enamora, solo que a un nivel mas bajo y mas racional, claro está. ¿Es muy ñoño lo que estoy diciendo?
Lo que me llevó a pensar que, si bien no es algo que extrañe en la actualidad, si llego a echar de menos toda esa cosa de la emoción del coqueteo y las inseguridades propias de el enamoramiento en su primera etapa, pues podría usar de sucedáneo el perseguir escritores o artistas y pedirles autógrafo.
Pero hablando en serio, ante la emoción parecida al enamoramiento, me di cuenta de que no es algo que extrañe y eso es agradable. En general suelo recordar mas los problemas, los malos ratos, las frustraciones y todas esas cosas malas que surgen cuando te gusta alguien. Me gusta no estar aburrida ni andar deseando otras cosas en una relación, es como usar zapatos cómodos, un problema menos.
Y no, no estoy enamorada de Nona Fernandez. ¿O siiii? Puede que si, puede que no.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Y la culpa no era mía (parte 2)

Ahora, otro tema, que tiene cierta relación con el título de la entrada anterior. ¿Por qué? Por varias cosas.
Ya he hablado de ésto antes, pero creo que no tantas veces.
Pasa, que no solo a nivel de abuso sexual hay una tendencia por cierta parte de la población a culpar a la víctima de las cosas que sufre. Así es como salen joyas del pensamiento como "le gusta que le peguen", "en algo andaba cuando le llegó la bomba lacrimógena en la cabeza", "no eran nah blancas palomas". Ese tipo de ideas comunmente las vemos en el sector facho de la población, el mas conservador, ese que critica la performance de las tesis porque insiste en que la culpa si es de ellas por como se visten, o que les cae el sombrero cuando escuchan "el violador eres tú". Cuidado, con el onvre literal.
Ahora, yo, que soy una convencida de que no existe la gente mala sino que solo la gente resentida, mal informada, ignorante o con el estado mental alterado (si me faltan explicaciones racionales pues insertar acá), defiendo la hipótesis de que cuando se culpa a la víctima de forma tan arbitraria es principalmente para sentir el consuelo y la tranquilidad de que "a mi no me va a pasar porque no me visto de forma provocativa, soy una blanca paloma y sobre todo, soy un guait-estraich-men". Ok, si hay un poco de maldad porque el guait-estraich-men es malvado y ofendido. Que no me vaya a leer Sylvia Eyzaguirre.
El tema es que, el culpar a la víctima no es solo una línea de pensamiento netamente facha, a pesar de que si se ve de forma mas burda en esos sectores, porque el facho es mas burdo para todo.
Lo noté el otro día, cuando le comentaba a una amiga sobre un personaje de una serie que es un completo saco e' wea. El tipo llega a la primera cita con la protagonista borracho, porque resulta que estuvo en la guerra y no tenía citas hace años, y la mina le aguanta. Luego, cuando ya viven juntos, el tipo, que sufre síndrome de estres post traumático, casi la ahorca estando sonámbulo. La situación no mejorará con el paso de los capítulos.
Ella ya había visto la historia, yo había visto la misma historia hace años, pero no recordaba con tanto detalle el sacoweísmo del tipo, así que en mi impacto, vi la necesidad de comentarle. Y dentro del horror mi amiga se manda la siguiente frase "así somos las mujeres, tontas, vemos a un weón con un cartel en la cabeza que dice que es un total conchesumadre y nosotras igual seguimos ahí creyendo que podemos cambiarlo".
De un tiempo a esta parte, las afirmaciones arbitrarias sobre que las mujeres o los hombres son de cierta forma por el solo y simple hecho de ser mujeres u hombres me saca un poco de quicio, y tengo que controlarme para no ladrarle a la gente. Mas aún cuando son amigos míos y los creo inteligentes.
Pero igual salté y le dije que nosotras no éramos así, y me dice "no, pero lo fuimos".
Si, un poco el dedo en la llaga, nadie quiere admitir que aguantó cosas malas en una relación, porque eso la hace ver a una como una persona poco inteligente y... dios nos libre. Pero ese no era el punto, así que me enfoqué en contarle de otros amigos que han aguantado a mujeres que los tratan mal para emparejar la cancha.
Luego me quedé pensando y llegué a la conclusión de que el género no era el punto de la discusión, sino que nos habíamos perdido en esa problemática, como quien mira la mano que el mago quiere que mires, entrampadas en la discusión de estupidez de género nos olvidamos completamente de la existencia misma del saco e' wea, porque resultaba que no es un problema que alguien haga las cosas mal, sino que el problema es que se las aguanten.
Para mi amiga tiene mas sentido, ella tiene la idea fija de que los hombres son "siempre descuidados" y las mujeres "siempre rollentas" y que por eso se producen los dramas amorosos heterosexuales, por una incomprensión innata de ambos sexos. Bueno, yo me compré malas relaciones con la misma excusa weona y por eso me arde un poco que ella se la siga comprando.
Cuando yo estaba en el liceo, tenía un pololo que terminaba conmigo, pololeaba con otra niña por dos meses y luego quería volver, yo inicialmente lo mandaba a la mierda pero luego volvía con él, por razones que no me molestaré en explicar mucho, pero principalmente porque estabamos en el mismo curso y yo me sentía atrapada y me era menos agotador pololear con él que estar aguantando el hostigamiento que ejercía cuando le decía que se alejara.
Me acuerdo que en algún momento, años después de terminada esa horrible relación, conté algunos antecedentes a algún amigo, que afectuosamente me dice "y el cerebro donde lo tenías? en el refri?". Y yo, en ese momento, siendo tan susceptible a la culpa como lo era, pensé "uy si, que weona que fui".
Bueno, pues no mas. Es decir, si, debí hacer las cosas de forma diferente, pero loco ¿Alguien quiere detenerse en que el tipo era el saco e' wea? Es decir, que él hubiera sido maricón, que se hubiera portado mal por el simple hecho de poder hacerlo, no lo hace al menos reprochable? ¿Por qué solo me culpo yo? ¿Por qué solo culpamos a la mina que aguanta al saco e' wea? ¿Acaso eso lo hace MENOS saco e' wea? No, definitivamente no.
Y bueno, eso se aplica a otras cosas, como cuando a alguien le roban la medalla de oro que usó en la micro, o le roban el celular porque era muy caro y se notaba, o se metieron a su casa a robar porque dejaba la casa sola muchos días. Ahora mismo yo estaba echándole la culpa a un compañero de la pega de Rodrigo porque le robaron la bici que tenía amarrada con una cadena toa ordinaria que se corta con tijera... aunque claro, a ese caballero ya le habían robado la bici antes, así que igual weón.
En fin, lo importante acá es que una siempre puede acercarse al abismo del pensamiento facho, por eso hay que cuidarse de éste... Si los acusan de fachos no digan que no se los advertí

Y la culpa no era mía...

Ni donde estaba, ni como vestía (ni lo que aguantaba).
Muchas cosas...
Por un lado, me enteré que mas de alguna mujer anda por ahí en redes sociales funando a agresores sexuales por la vida. Siguiendo la ola de funas, yo llegué a pensar en la posibilidad de funar al sujeto que me agredió cuando tenía 16 años. Solo lo he pensado, y si publico esta entrada, será la primera vez que externalizo mis pensamientos al respecto.
En la fantasía usaría twitter, pondría el nombre, el hashtag de las tesis y luego miraría ansiosamente los comentarios. Me puse a pensar si implicaría un perjuicio real para el sujeto, ¿tendrá redes sociales? Así fue como hice algo que hasta ese momento me di cuenta de que me había dado miedo: lo busqué en facebook.
Hasta ese día no me había atrevido a semejante cosa, porque tenía la sensación de que si veía una foto de él me invadiría la misma sensación horrible que tuve la última vez que lo vi, por allá por el 2006, cuando yo venía llegando a la casa con mi mamá y lo encontramos con sus amigos, sentado en el límite que había establecido el juez: 100 metros de mi casa.
El tema era que cuando me agredió, él también tenía 16 años, y como no existía aún la ley para meter al sename a los cabros chicos, yo no vi saciada mi sed de venganza sabiéndolo encerrado por algún tiempo. Su pena se remitió a firma mensual y terapia psicológica.
Y bueno, ahí estaba el sujeto, en facebook, mas gordo, pero definitivamente él. Y para mas tentación, el tipo se dedica a vender autos y tiene publicado su whatsapp en modo público.
Era fácil, podía publicar su teléfono, podía publicar su facebook, y tal vez si busco entre los papeles viejos, hasta encuentre la copia del resumen del juicio que nos dieron alguna vez, y publicar el rut... todo.
Entonces noté que no me hervía el odio al ver la imagen del sujeto, que mas me enferma ver una foto de Kast, y de que el tipo en si no me inspira emoción alguna.
Hace ya cierto tiempo, había llegado a la conclusión de que no estoy interesada en la venganza, y volver a ver los caballeros del zodiaco no ha cambiado mi parecer (afortunadamente). Llegué a pensar que tal vez fue mejor para el sujeto no haber ido a parar al sename, porque no solo lo habrían tratado muy mal, sino que además probablemente habrían terminado forjando un sujeto mucho peor.
Lo que me hizo, afortunadamente no me cagó la vida, ni me dejó con pesadillas, con traumas sexuales o esas cosas, o al menos no a un nivel que yo pueda notar, y me gusta pensar que una persona, que apenas conoces no puede simplemente intervenir tu vida y/o cambiarte con un simple acto arbitrario. Me gusta pensar que si lo superas, si de verdad lo superas, eres tú la que gana y me gustaría poder decirle a todas las mujeres que han sufrido abuso que funcionen igual, pero eso es barsa porque no todas lo sufren al mismo nivel ni pueden enfrentar las cosas de la misma forma.
Finalmente decidí no funarlo. Inicialmente porque sentí que si me rebajaba a buscar alguna retribución iba a abrir una especie de caja de pandora de malos pensamientos que no me interesa tener, si nos ponemos cuáticos, siento que si lo hago, algo en mi se va a romper y dejaré de ser la persona bacán que soy. Fuera de hueveo, siento que si no lo funo, soy mejor que él, aunque claro, sé que soy mejor que él porque yo no he abusado de nadie. En fin, es difícil de explicar.
Luego, lo llevé a un sentido mas práctico y me di cuenta de que si me pongo a funar también me expongo yo, lo que no vale la pena considerando mi ausencia de sed de venganza.
Y si nos ponemos mas prácticos aún, se supone que él ya pagó su deuda con la sociedad ¿No?
Pero yo no creo en esas cosas, sólo me queda dando vuelta y me preocupa hasta cierto punto que el tipo pueda haber abusado de alguien mas, o que lo vaya a hacer en el futuro, aunque no siento que una funa pueda prevenirlo realmente.

Viejos chotos

Sé que yo alguna vez lo fui, pero a medida que crezco, intento alejarme de ellos.
El sábado me tocó ir a un almuerzo en la casa de mis tíos, y junto con un virus estomocal que me pegó uno de los trillizos de mi prima (que andaba como lechuga, solo vomitó una vez y al parecer babeó todas las cosas con las que tuvimos contacto porque el 80% de los presentes en el almuerzo se enfermaron) también se me terminó acabando la paciencia con los viejos chotos.
Mi molestia ya venía hace tiempo, asomada cada tanto cuando a algún weón se le ocurre reclamar porque a los niños ahora "no se les puede hacer nada", no como antes, que les sacaban la cresta por todo, los tíos violaban a las sobrinas, los abuelos a las nietas, los padrastros... ok, me estoy desviando, no es ESE el punto central de esta entrada. Pero, ya me molesta que el ahueonaje ande reclamando porque "no se les puede pegar a los cabros chicos" y que afirmen que aquella "mala costumbre" es la causante de todos los "males de la juventud".
La molestia se ha ido acentuando, con toda la gente facha y no tan facha que se burló del chiquillerío que fue con sus papás a sacarse el servicio militar, porque en sus tiempos, los fachos hacían el servicio militar (o tenían alguna excusa para no hacerlo) y los no fachos se "sacaban el servicio solos".
Bullshit, todo eso es bullshit. A mi hermano, en el año 86 se lo sacaron los papás, y como twitter me ha pegado la mala costumbre de exponer una realidad personal como argumento irrefutable, lo dejo.
Fuera de broma, hay millones de razones para ir con los papás, y hacer las huevadas en familia no tiene por qué implicar una debilidad.
Así fue como terminé twittiándole a un sociólogo que sigo en twitter que se puso a burlarse de los niños de hoy, y solo porque no es facho me di la molestia. En los escasos caracteres dije que a mi me toca ir harto al médico, y que para mi esas visitas son puro trámite, pero que mas de una vez dejo que mi mamá me acompañe netamente por la tranquilidad de la pobre mujer, que no está tranquila creyendo que si su hija anda sola en la calle se va a ahogar de la nada. Así que siguiendo con la experiencia propia, arbitrariamente voy a asumir que la mayoría de los "niñitos cobardes" se dejaron acompañar por los papás para darles tranquilidad a éstos mas que por su propio temor personal.
¿Y pa qué estamos con weás? Los milicos dan miedo, no dan confianza a menos que seas chupapico chaleco amarillo chileno.
Ahora, considerando que efectivamente es así, que los chiquillos se dejan acompañar para tranquilizar a sus papás, tal como yo, ¿considerar a la familia como un apoyo para situaciones difíciles no considera acaso un respeto por "los mayores"? Es decir, ¿quién se deja apoyar por gente que no respeta?
Por otra parte, me tienen chata los viejos chotos que por un lado reclaman que "ya no se respeta a los mayores, que antes se respetaba" y todas esas cosas y al mismo tiempo no hacen mas que criticar y admirarse de las generaciones mas jóvenes. Porque claro, en eso consiste el concepto de viejo choto, así que es redundante, pero no importa, porque me estoy desahogando.
El otro día escuchaba a una chiquilla decir que si, que a una cuando chica le dicen que tiene que respetar a los mayores, pero, que ella consideraba que el respeto hay que ganárselo. Yo creo que la cosa es aún mas simple que eso, y es que no veo respeto en el viejo choto, solo veo a un weón repitiendo siempre el mismo discurso mirador en menos de que esta generación quiere puros derechos y nada de deberes, que antes uno aprendía mas porque había mas exigencia, que los jóvenes de ahora se pasan en el puro celular... etc.
Sé que no es nuevo, que es una cosa generacional y que te va a pasar a ti. Por lo mismo me molesta que la gente caiga tan fácil en esto, porque claramente lo vivieron, vivieron el menosprecio de los "adultos", vivieron el ser mirados en menos y simplemente vuelven a repetir el mismo patrón.
Pero hay una cosa en que yo ya me volví una vieja qlia y siento como me voy convirtiendo en un ente obsoleto, como una especie de artritis cerebral, y es que odio profundamente los videos.
¿Cómo es eso? Pues por ejemplo, el otro día en la radio, una mujer hablaba sobre su columna, que estaba en el diario, que decía ciertas cosas, así que yo fui a la página del diario para LEER la columna. Pero resulta que la columna es un video. Ni siquiera es un video de 30 minutos que podría poner para escuchar mientras hago otras cosas, era un video de 4 minutos, lo que implicaba quedarme viendo el video los 4 putos minutos, en lugar de leer la columna.
No lo vi, porque me molesta el concepto. Lo que me molesta de los videos es que si el auto de éste es un latero de mierda, no puedo simplemente adelantarlo hasta la parte que me interesa, porque al ser un video, no puedo saber con certeza en qué momento empieza la parte que me interesa, mientras que en un artículo escrito, por ejemplo, puedo ojear y saltarme alguna parte que no me tinque.
Por ejemplo, estoy leyendo un libro donde en una parte empiezan a dar ejemplos de cosas que dijo Trump antes de salir presidente que incitaban a la violencia. Leí las primeras dos de 6 y el resto me lo salté porque me dió rabia y no me quise calentar mas la cabeza, pero de haber sido un video, habría tenido que mamarme todas las weás.
En fin, soy una vieja qlia. Pero para algunas cosas