domingo, 19 de mayo de 2019

A propósito de nada

Por allá por los mediados del año 2016, un hombre le cortó el pasto al jardín de Rodrigo y le dijo que parecía el jardín de una casa abandonada.
Sho me puse re caliente, imagináte que me digan que la casa de tu novio parece una casa abandonada... así que como me importaba demasiado lo que pensara un hombre jamás he visto ni veré en mi vida y que no representa ninguna relevancia ni en esta entrada ni en nada, le dije a Rodrigo que debíamos hacer algo al respecto.
Empezó de forma inocente, plantamos flores, Rodrigo comenzó a cortar el pasto por su cuenta (que cosa mas clase media) hasta que finalmente llegué un día a la casa y había plantado un árbol. No era cualquier árbol, era un membrillo.
Lo que Rodrigo desconsideradamente no pensó fue que yo iba a tener una trombosis meses mas tarde, lo que me iba a llevar a psicosearme al punto de que me terminaría haciendo un nuevo escaner un año después de la trombosis, por puro gusto, lo que llevaría a que me encontraran algo raro y eso nos llevara a otro escaner, lo que nos llevaría a "sorpresa, tienes una masa misteriosa que puede ser cáncer así que por las dudas, te haremos un PET"...
Lo que nos lleva a un nuevo escaner, una operación, otro escaner, otra operación, un escaner porque la operación parecía haber arruinado mi pulmón, remedios y SORPRESA! otro escaner... la cosa es que... estúpida mis riñones idiota!
Pero Cathy, puedes comerte los membrillos sin sal. Claro que si, y puedo comer pollo crudo también... alguna otra genial idea?
Además de eso, volví a tomar café, porque mi hermano me regaló un café de grano que trajo de brasil y yo aprendí a hacer leche espumosa que permite hacer florcitas en el café... cosa que no he hecho, pero si me he tomado los tremendos lattes, porque hay que vivir.
Con el café volvieron mis antiguos hábitos horribles, como dormirme tarde, sufrir para levantarme y todas esas cosas. No sé si es el cuerpo apestado por el corticoide, mi falta actual de propósito o la depresión causada por la decadencia argumental de la última temporada de GOT, pero acá estamos.
Quién me vió y quién me ve, yo odiaba el café con leche.
He estado mala para escribir. No para escribir ficción, sino que para escribir sobre mi vida, y es que no ha estado muy interesante. Cuando una vuelve a recuperar la salud luego de constantes amenazas pareciera que todo se vuelve mas trivial.
Debería ir al hospital para hacer los trámites para mi próxima operación, porque en realidad ésto de que me operen me quedó gustando...
No comprendo a la gente que se vuelve adicta a las operaraciones. Comprendo que te operes una vez, porque en realidad, una no tiene idea de la huevada en la que te estás metiendo, hasta que no puedes dormir en las noches por el dolor, ni en el día por el calor que solo causa dolor, pero luego, operarse una segunda vez? voluntariamente? Cuando me dijeron que me iban a operar de nuevo, me fui llorando del hospital y tuvimos que pasar a comer pasteles con mi mamá a una cafetería que para mas cacha NO TENÍA BROWNIE CON HELADO A PESAR DE OFRECERLO EN SU CARTA!
Todo mal aquel día.
En fin, me da una flojera inmensa operarme de nuevo, aunque en teoría esta operación debería ser mas piola, aunque volveríamos a la tragedia de no poder reírse, ni toser, ni bostezar, ni estornudar ni andar en bicicleta, ni nadar en una piscina olímpica, ni participar en una competencia de boxeo patada ni mucho menos duelos a muerte con cuchillos.
En fin, al menos el jardín está bonito.