viernes, 27 de marzo de 2020

recuerdos en tiempos de coronavirus

Hace años atrás, tuve un dolor en el sector derecho de las costillas, escupí sangre, me hice un escanner el cual decía "infarto, derrame pleural".
Cuando una lee algo como "infarto" en un informe de scaner, pues una se imagina el corazón detenido... ¿Por qué sigo viva si tengo un infarto? ¿No debería haber alguien poniéndome paletas con corriente en el pecho para que el corazón me vuelva a latir y se me quite el infarto?
-Bueno, si, tiene un tromboembolismo pulmonar, y debería ir a urgencias-me dijo el médico que miró mi informe de escaner-. Debería ir hoy, porque mañana... bueno, tal vez si puede ir mañana, pero es mejor que vaya hoy-me decía, con mis examenes en la mano, mientras yo pensaba en quitárselos y salir corriendo a la urgencia para que me pusieran las paletas con corriente, gritando "clear!" porque de pronto mi vida era una capítulo de Grey's Anatomy.
Pero el doctor no dejaba de hablar, yo hablaba por teléfono con mi hermano, que a donde era mejor ir, porque tenía una trombosis en el pulmón...
-Tromboembolismo pulmonar!-acotaba el médico, en el fondo. Poco le faltó para negarse a pasarnos los exámenes de vuelta hasta que dijieramos bien el término. Es que claro, si le decíamos trombosis a la gente de la clínica no fuera a ser que se equivocaran y me dieran anticoagulantes para la pierna... cosa que NO EXISTE.
Al final resultó que no necesitaba paletas, porque el infarto era en el pulmón y no en el corazón, lo que explicaba que yo hubiera andado dos semanas campante con un infarto en el cuerpo. Resultaba además que el infarto y el coágulo que taponeó la parte del pulmón, todo aquello era "chico". Es mas, el doctor de la clínica hablaba de un "trombito". Así que la histeria previa del otro médico, solo había servido para que la desesperación se agarrara de mi.
Un año mas tarde, otro médico iba a ser un histérico respecto a mi informe de escaner, porque vió escritas las palabras "posible diagnóstico: angiosarcoma".
Antes ya lo había visto yo, y en la sala de espera había googleado sobre el cáncer ya señalado, una enfermedad con una expectativa de vida de 6 meses a 3 años. Algo así como entre 50mil persona y 1.200.000, no?
Pero 3 años es poco, y 6 meses es mucho menos, peor aún si no ha cumplido 30.
Si dicho doctor, hubiera tenido la capacidad de mirar escaneres, hubiera hecho lo que una cirujana de torax hizo una semana después, comparar el escaner del 2016 con el del 2017, donde habría descubierto que la masa misteriosa que el pulmón ya estaba cuando sufrí la trombosis y que por el lento crecimiento al parecer NO era un cáncer tremendamente agresivo como es el angiosarcoma y que de hecho era poco probable que fuera cáncer for real.
En lugar de eso estuve una semana creyendo que me quedaban 6 meses de vida.
¿Qué lecciones saqué de todo esto? Ninguna, porque la vida es un proceso completamente aleatorio y nada importa en realidad.
No es cierto, pero luego de tanta cosa que amenazó mi vida y mi salud de formas reales e hipotéticas (porque cuando me operaron para hacerme la biopsia le dijeron a mi familia que era una posibilidad que yo simplemente me muriera en la operación porque era compleja), supongo que he aprendido a relajarme un poco, tal vez, demasiado. Así que me es un poco dificil saber si solo estoy evadiento la realidad, o si mi estado de tranquilidad es lo correcto.
Hace unos días, mi cuñada que está tan en cuarentena como yo, leyó sobre síntomas del coronavirus en chile y se empezó a psicosear, que el resfrío le había durado mucho, que estornudaba, que la alergia... etc. Le dije que como una persona que fue a hacer el ridículo a urgencias por miedo a una nueva trombosis como 3 veces, había aprendido que si no habían síntomas cuáticos de resfrío, no ameritaba preocuparse de coronavirus de verdad. Algo se calmó y pudo seguir teletrabajando.
Porque claro, después de la trombosis, cada vez que sentía un dolor en el costado donde había ocurrido el "mini infarto por el trombito", pensaba que estaba sufriendo una nueva trombosis y que me iba a morir, y en dos ocasiones simplemente fui a urgencias porque me dolía.
Al final decidí que si no tenía dificultades para respirar no estaba en riesgo mi vida, así que pensé "pico", no me preocuparé. Así que aplico el mismo criterio al miedo constante de contraer una enfermedad que no sé como va a funcionar en mi cuerpo ni en el de mis seres queridos.
Pero obviamente ese nivel de tranquilidad no está en todos, como por ejemplo mi mamá y mi hermano, que están todos urgidos porque como tuve problemas en el pulmón, pues soy población de riesgo y todas esas cosas.
Me gustaría volver a ser joven, para no preocuparme de estas cosas y así poder salir a comprar tranquila, y no estarle encargando cosas a Rodrigo que hace de tributo cada vez que sale fuera de la casa. 

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