miércoles, 26 de diciembre de 2018

una historia que no me enorgullece

Hace un rato me estaba acordando de esta triste historia, que es triste por varios sentidos, el único que amortigua un poco la tristeza (para mi) es que yo no terminé con el corazón roto aquella vez.
Y es que si, es una historia de amor, que no me deja bien parada pero no por las razones que se pueden imaginar.
Es probable que ya la haya contado alguna vez, pero no lo recuerdo, porque estoy vieja.

Todo comenzó el año 2008, cuando fui a una entrevista de trabajo masiva para trabajar en un supermercado. En la entrevista conocí a un chiquillo de la misma edad que yo en esos días, y como el entrevista tomó todo el día y tuvimos que esperar mucho (primero hubo que hacer una prueba, luego ejercicios individuales, luego la entrevista individual de todos los que fuimos... etc.) y pasamos la tarde conversando.
El tipo era nice, o al menos lo fue para mis parámetros de ese entonces, así que me fue a dejar al metro, intercambiamos número de teléfono y quedé de llamarlo. Todo se veía bastante prometedor, porque él me agradaba, y como me sentía sola, consideré algo mas para el futuro próximo cercano.
Pero no tan cercano...
Entonces cuando nos fuimos a despedir me agarró la cara con las manos para darme un beso en la boca y yo como pude me corrí porque 1) no esperaba un beso en ese momento 2) mucho menos uno de forma tan violenta.
No hubo sutileza, agaché la cabeza, me hice hacia atrás, él me soltó, yo solo huí despavorida, sin decir nada y bueno, una sensación mas leve que un corazón roto, contemplando lo que podría haber sido si no hubiera resultado ser un bruto.

La historia podría haber terminado ahí. Nunca mas supe de él... etc. Pero no. Porque al día siguiente me llamó.
Ingenuamente le di el teléfono de la casa en lugar del celular, y mi mamá respondió y tuve que contestar, porque como se suponía que yo llamaría y me pareció que le sería obvio que no lo llamaría después de la despedida "accidentada" (bello eufemismo) que tuvimos, no advertí un escenario tan lejano como que EL llamara.
Me acuerdo que dijo algo respecto al hecho de que yo iba a llamarlo, o que yo le comenté que yo lo iba a llamar, pero lo que si recuerdo es que finalmente dijo "Si, se supone que ibas a llamarme tu, pero yo sé que las mujeres siempre mienten...". O algo de ese estilo, relacionado con esta fantasía de la complejidad femenina y los mensajes crípticos que queremos dar, porque no podemos hablar claro.
Recuerdo que ya en ese momento me molestó el comentario, me molestaba que no entendiera que yo no quería nada con él sin que necesariamente se lo dijera de forma textual. ¿Qué había de todo el lenguaje verbal del día anterior?
Pero seguí en una conversación coordial, luego me agregó a msn y lo acepté, para poder bloquearlo después... y ahí si que no supe mas de él.
No recuerdo si le pedí a mi mamá que me encubriera, mas adelante, o si nunca mas llamó, la cosa es que no supe mas de él ahora si que si... hasta hoy. Mentira, eso haría todo mas triste.
¿Qué es lo triste de esto? Pues las what if.
Es decir, yo podría haber sido un poco mas madura y haberle explicado con manzanitas al tipo que eso de andarle agarrando la cara a la gente para besuquearla sin previo aviso no se hace. Con eso, al menos hubiera existido la posibilidad de que el tipo hubiera cuestionado su propia actitud y en el mejor de los casos, nunca mas volver a tomar semejantes acciones contra otra mujer que viniera recién conociendo. Que es la parte importante, que nadie mas tenga que pasar por lo mismo.
Con eso también, es probable aunque menos seguro, hubiera hecho un aporte a la desmitificación acerca de mi género, porque finalmente, dentro de mi inseguridad actué de forma poco honesta con el tipo (al fingir demencia por no llamarlo, al aceptarlo en msn para después bloquearlo... etc), porque finalmente frente a la situación me sentí atrapada. Por una parte, me sentía amarrada a la buena onda que había mostrado durante el día, al hecho de que el tipo si me había gustado inicialmente, y entonces ¿Por qué me había espantado tanto el beso?
Recuerdo que esa noche, luego del episodio (antes de que me llamara) si me cuestioné mucho los hechos, principalmente mi reacción. Básicamente no entendía por qué no había querido aceptar el beso, si se supone que me gustaba, y por lo mismo no reaccioné a nada, por lo mismo al día siguiente tampoco atiné a decirle nada, porque no estaba convencida de "tener razón". Niveles de inseguridad insólitos. Llegué a pensar que jamás tendría pareja por ser tan hueviada, y llevando dos años de soltería en ese entonces, fue un panorama desolador.
Tuvo que aparecer una amiga para decirme que la reacción normal era que me espantara, que era muy pronto para mi, etc.
Y entonces me viene a la cabeza esas historias que he leído de mujeres que empezando en una situación así terminaron violadas, abusadas o simplemente agredidas, porque inicialmente les gustó el tipo y de pronto se vuelve un bruto de mierda (ya sea porque tenía planeado agredir desde el principio o porque el rechazo se le hizo inconcebible) y me pongo a pensar en lo que tienen que pasar, porque no solo enfrentan la agresión y los cuestionamientos del resto, sino que los propios.
Respecto al tipo, bueno, espero que haya visto Hitch y haya aprendido como intentar darle un beso a alguien. Que haya reflexionado y se haya dado cuenta de que no quise saber mas de él porque fue un bruto de mierda y que no debe hacerle eso a la gente. Si, espero que no se haya convertido en un violador, es la mayor esperanza que puedo tener.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Domando a la bestia

No siempre escribo entradas, pero cuando lo hago son 3 al hilo...
Siempre he sido una persona sucia. ¿Cómo así? Pues como lo leen.
No lavaba la fruta antes de comerla, si algo se caía al piso me valía verga, no siempre me lavaba las manos antes de comer... etc.
Ahora, si hago semejantes cosas, me voy por el baño para abajo, y lo que es peor, no puedo comer después, porque claro, no soy un perro que ve comida gratis en el baño.
Así es como me convertí en una lady. Si ahora, algo se cae al piso, pues lo boto a la basura, si siento que la fruta está amenazando con descomponerse pues la escupo y acá es donde me convierto en lo que juré destruir: uso alcohol gel.
¿Quién hace eso? Las laidies.
Es mas, me compraré de esas botellitas de alcohol gel que se cuelgan en la mochila, para completar el paquete.
Y es que el enfermarse de la guata es al parecer la única cosa que logra disuadirme de hacer cosas. Claro estuvo cuando aguanté una semana durmiendo como el pico porque no me atrevía a tomar tramadol. Hubo gente que pensó que yo era valiente, porque claro, no conocieron la variable de despertar vomitando, que es algo que no ocurrió con el tramadol pero que si dejó muchas traumas gracias a su frecuencia en el hospital.

Puñal apical

Como todos bien saben, la segunda vez que me operaron, me clavaron dos tubos en el pecho. Uno estaba entre medio de las costillas bajas y el segundo lo tenía a la altura de la pechuga y la punta de ese tubo tenía la costumbra de clavarme en el medio del pecho cada vez que me acostaba o levantaba o hacía cualquier ademán de intentar acomodarme.
En un momento, ya despertada de la anestesia, el doctor nos explicaba la función de cada uno de los tubos y yo le comento "ah, por eso ahora tengo dos tubos..." a lo que el buen doctor dijo "si, pero eso es lo de menos".
Por supuesto, qué le importaba a él que tuviera que decidir entre el dolor horrible en el pecho y las náuseas y que haya optado por evitar las náuseas.
El tubo apical...
Y bueno, estuve 4 días con esa cagá de tubo y alcancé a desmoronarme el día anterior a que me lo sacaran pero creo que eso ya lo conté.
Acá viene lo gracioso... y es que, en algunas ocasiones, de vez en cuando, bajo circunstancias que aún me son aleatorias, suele ocurrir que me vuelve a doler el sector donde me picaba el tubo apical. No al nivel que me dolía, claramente, pero ahí aparece, la puñaláh.
Cuando le comenté la situación a Rodrigo me dijo que era como la puñalada que había recibido Frodo por el Señor de los Nazgûl, que la seguía sintiendo cuando ya estaba viejo.
Me pareció una comparación bastante proporcional.

Del baño y de mi

Hoy, por fin, luego de meses y meses de fantasía, logré comenzar a pintar el baño. Fue maravilloso. Saqué la pintura descascarada y le eché la pintura. Será un baño hermoso.
Es lindo porque por primera vez puedo pintar un baño de un color que no sea blanco, porque mi mamá siempre ha sido una obsesa de las paredes blancas y el único lugar donde no reinó su tiranía fue en la que era mi pieza.
Rodrigo me aguantó un baño calipso. Es mas, lo apoyó.
¿Por qué me hace feliz pintar el baño? Por muchas razones.
1) Principalmente porque se convirtió en mi obsesión desde que era una mujer apatronada en lugar de una mujer cesante y ni siquiera alcancé a recuperar fuerzas desde el trabajo cuando comenzó toda esta cosa de las operaciones, la preocupación de la familia, el tiempo de hospital, el dolor, la amenaza del cáncer, la amenaza de sacar el pulmón... ok, han pasado muchas cosas y cuando pasan muchas cosas, una le empieza a encontrar un brillo diferente a las cosas banales y triviales como es, pintar el baño.
2) Porque si.
3) Porque me encanta pintar piezas, me encanta que una weá que era blanca sea del color que se me dió la regalada gana.
4) El baño estaba feo, tenía pintura descascarada y no era congruente con el resto de la casa, que vive casi y cuasi ordenada, que ha tenido sus tímidos enchulamientos en éste tiempo y que he llegado a sentir como parte mía.
5) Porque me estaba aburriendo y pintar el baño ayuda a desaburrirse.

El aburrimiento en el liceo no era problema. El aburrimiento en la fila del banco no es problema. El aburrimiento en la vida adulta y cesante es claramente un problema.
Me llamó la atención mi propio aburrimiento porque por primera vez en la vida, deseé, conscientemente... es decir pensé "wn, quiero... QUIERO trabajar".
La gente no quiere trabajar, nadie quiere.
Jamás había llegado a ese nivel de aburrimiento.
Luego pensé y pensé, sentada sobre un tronco, como Winnie de Pooh y llegué a la conclusión de que mi problema ha sido solo de enfoque... EXCESO DE ENFOQUE.
No es cierto, eso sería bueno.
Porque claro, se me quitó el dolor, había descansado, había dormido sin culpa, había tenido un paréntesis que probablemente nunca tuve antes y de pronto, me encontraba llena de energía y vitalidad. No pude evitar una sensación de que podía dedicarme a hacer lo que quisiera y al mismo tiempo, dándome cuenta de que no sé hacer nada realmente.
Me lamenté un par de días... no días completos, sino que ese lamento que te ataca, te tira al suelo y luego se aleja porque encontró a alguien mas divertido de fastidiar, porque lo cierto, es que yo no opongo mucha resistencia.
Y bueno, me enfoqué, o intento enfocarme en la acción de enfocarse al menos.
Y así es como terminé pintando el baño.

No es cierto, el baño es mi refugio contra las crisis existenciales. No puedo tener una crisis, porque estoy ocupada pintando el baño, echando pasta muros, lijando, sacando pintura vieja, limpiando hongos... Etc.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Del citylab y de mi

La semana pasada fui a un encuentro de talentos emergentes, emprendedores madres y padres a la vez.
Yo iba mas con la idea de que era una cosa de emprendedores pero al segundo día caché que iba mas por la cosa del arte emergente y esas cosas que no me interesan.
O sea, no es que no me interesen porque soy de la idea de que todo debe producir, pero como yo no sé tocar instrumentos ni componer música, me siento demasiado alejada de ese tipo de creatividad.
Dicho ésto, prosigo.
Entonces, fui a escuchar charlas de gente interesante y gente, no tanto. Me quedé con varias historias, pero la que mas me impactó, fue la de una mujer que con su pareja se dedican a hacer bolsos y otras cosas con desechos. Desechos como los carteles del cine, o el pvc de los letreros publicitarios.
Lo impactante de esta mujer, es que haciendo bolsos en el patio de su casa, comenzó a exportar sus productos.

Y dentro de la gente no tan interesante había un publicista zorrón que iba muy bien hablando de la creatividad, de que había rebotado en tres agencias publicitarias en chile porque solo hacían comerciales horribles que todos odian, que se fue a argentina donde hizo su obra maestra que mas le enorgullece: un comercial de cerveza que nos recuerda que el público objetivo de la cerveza barata son hombres que se quieren cagar a las mujeres de alguna forma, como ocurre en chile con los comerciales de Escudo... So close, man!

Y bueno, cuando ves tanta gente bacán (dejando de lado al publicista zorrón, claro está) te baja mas aún la crisis existencial y el deber moral por hacer algo decente tu también. Pero junto con eso, llegué a la conclusión de que estoy aburrida y no sé qué hacer y al mismo tiempo, quiero hacer muchas cosas pero son tantas que me abruman... así que ahora, lo que parece ser el siguiente desafío es enfocarme en algo, solo que aún no decido qué será.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Conviértete ésta mejor... shushetumare!

El otro día andaba yo bacilando en un bautizo en una iglesia evangélica... don't question ask.
La ceremonia fue preciosa, el sermón del pastor nos conmovió hasta las lágrimas y debo decir que me sentí en contacto con el señor...
Quería hacer sarcasmo del bueno, pero la verdad es que con esa gente no se puede...
Porque si, son "esa gente" desde que me tuve que comer mas de algún titular de noticia sobre parlamentarios evangélicos hablando estupideces, poniendo a prueba toda mi tolerancia y capacidad de ponerme en el lugar del otro. No es como que yo tenga mucho de eso tampoco, no?
Y bueno, la ceremonia real... qué se puede decir... era un bautizo, organizado por parientes políticos que hace años "encontraron al señor".
Yo andaba casi recién operada, dando pena con mi cojín a prueba de bancas de iglesia evangélica, y diciendo "gracias al señor!" cada vez que el pastor permitía tomar asiento. Aunque nunca me paré, así que no tenía muchos sentido mi alivio...
Todo iba relativamente dentro de mis estándares esperados... una entidad de una iglesia, diciendo cosas patriarcales esperadas, diciendo cosas antiaborto esperadas... y entonces se metió con la identidad de género.
-Kathy, pásame tu cartera para tirársela por la cabeza a este huevón- le dije a mi cuñada, mientras el tipo comenzó a decir el tipo de cosas que cree esa gente, que es básicamente que en el colegio van a pescar a los niños, los van a meter a un pabellón y los devolverán a sus casas con vagina en lugar de pene.
Ahora que el dolor literal se fue y que los hechos se encuentran mas fríos (no sin antes pasar semanas contándole a todo el mundo los dichos del pastor y lo terribles que eran), llegué a una conclusión que puede ser bastante obvia, pero que se me hace necesario teclear.
Y es que ocurre, con esta especie, que como ellos viven predicando e intentando convencer al resto de creer en lo que ellos creen, si ven a cualquier persona moviéndose en pos de una causa que a ellos les parezca contraria, pues entonces asumen que andan haciendo lo mismo que ellos, pero como antagonistas. Es lo que ven, independiente de que no sea real... porque claramente ellos no tienen ningún problema con las cosas que son reales ¿No?
Intentando (solo intentando) dejar mi resentimiento casi gratuito por ellos, también están todos esos casos de la gente que "encontró al señor", que es gente que probablemente tuvo problemas en su vida y encontró cobijo en la religión, gente que puede no haber sido creyente pero encontró algo misterioso y de pronto tiene toda esta cosa de la fe y el amor por una entidad que no tiene como corroborar si existe o no.
Entonces, probablemente el tipo debe decir "si yo logré convencerme de la existencia del señor gracias a que otras personas me convencieron, es super probable de que otras personas me puedan convencerme de cambiar mi sexo".
Así funciona.

A todo esto, cero carisma el pastor qlio, pajero como él solo, yo esperaba mínimo un par de milagros en la ceremonia... me tuve que conformar con que fuera mas corta que una ceremonia católica...

Ah! que bien se siente despotricar y ser sacrílego.

Será que no me amas

Hace 3, 4 noches... no, menos, como 5 noches que me ha costado quedarme dormida. Será que he tomado siesta en la tarde? será que hace calor? serán los medicamentos que en sus efectos adversos producen insomnio? será que no me amas?
Si es por los medicamentos, la verdad es que no creo porque se supone que los efectos no deberían aparecer aún...
Wherever...
Anoche, sumergida en mi nuevo insomnio, pensé muchas cosas. Como por ejemplo, me puse a recordar una ocasión hace un tiempo atrás en que yo estaba en la oficina, junto a dos ex compañeros y los tres conversábamos mientras una de mis ex compañeras comía cubanitos.
Cuando recién abrió el paquete, me ofreció, y yo me negué, seguimos conversando y 1 minuto después, volvió a estirar el envase para ofrecerme. Esta segunda vez saqué un cubanito...
Ni siquiera me gustan los cubanitos, tienen un sabor rancio, y si quiero causarme una enfermedad a largo plazo por andar comiendo dulces, pues al menos que sea con dulces que valen la pena, no? Pero ya no podía hacer nada, el jodido cubanito estaba en mi mano y tuve que tragármelo.
Mas tarde le comenté la situación a una amiga y me dijo que ella hacía lo mismo, lo que hizo mi compañera, que ofrecía una primera vez y asumía que esa primera negativa era falsa, así que ofrecía una segunda vez con amenazas de no ofrecer nunca mas en la vida.
Y como no podía dormir anoche me puse a pensar en esta sociedad qlia que no concibe el NO en su colectivo, al punto, de que yo misma me veo envuelta y debo prepararme previamente para decir que no, básicamente porque el respeto por el NO es tan inexistente, que una se enfrenta al escenario de que si te niegas a algo solo conseguirás que te sigan insistiendo, como la mujer que ofreció cubanitos.
Me puse a pensar que yo estaba distraída, que si, tenía hambre y que mientras estaba hablando y pensando en otras cosas, inconscientemente tomé algo de comer que se me ofreció, porque para empezar, no estaba en mi estado mental de NO porque ya había dicho que no quería comer la weá la primera vez. Pero fuera de eso... las razones dan lo mismo, no? si digo que no es mi puto problema, da lo mismo si es timidez, si es vergüenza, si es que creo que un cubanito me va a causar diabetes o si en el fondo solo me gusta el sufrimiento de pasar hambre mientras el resto come... todo eso es mi puto problema... o no?
Aún siento el sabor rancio de ese cubanito mal habido...