lunes, 1 de junio de 2020

Cuarentena semana algo

Tuve mi primer progreso en yoga, que fue básicamente poder poner el pie entre las manos luego de hacer el perro boca abajo... ustedes saben, yoga. Previo a eso, hice una rutina que me tuvo con las piernas adoloridas tres días, y como no tengo la mas puta idea de como funciona el cuerpo, deduje que las piernas se me estiraron y por eso dolieron tanto. Si sigo así obvio que podré jugar básquetbol. 
Hablando de cosas que se pueden hacer, me estaba dando cuenta el otro día, de que yo soy muy buena para juzgar a la gente que no puede hacer lo mismo que yo.
O sea, no solo que no puedan hacer las mismas cosas que yo, sino que cuando nos encontramos en momentos críticos, simplemente se desentiendan de la situación diciendo "es que a mi no me gusta hacer eso".
Me acordaba puntualmente de una situación particular.
Hace años atrás, se murió una tía lejana. Iba en lo mejor caminando al sillón, le dolió la cabeza y cayó al piso. Llegó toda la familia a la casa, mientras la pobre mujer seguía tendida en el piso, con su ropa de trajín que no es apropiada para irse en el cajón. 
Llegó una prima de mi tía quien básicamente tomó las riendas de la situación, y mi mamá se sintió responsable así que también decidió participar en el poco grato proceso de cambiar de ropa a la difunta tía. Y yo no iba a dejar a mi mamá sola con semejante y dolorosa labor, mal que mal, ella quería mucho a su prima. 
Sin embargo, una tercera tía, que trabaja en la salud, huyó, con la célebre expresión, de que a ella no le gustaba eso. 
Y yo no podía evitar pensar, al igual comentó mi mamá después "pues fíjese que a nosotras nos encanta cambiarle la ropa a los cadáveres!". 
Yo no sabía con qué me iba a encontrar empiluchando a mi difunta tía, además de encontrarme con toda esa cosa mística de que a lo mejor la señora no quería ser vista en esas condiciones. Además del poco grato recuerdo de los apuntes de criminalística, que señalaban que cuando uno se muere, se "relajan los esfínteres" y si una no ha ido al baño, pues simplemente te cagas. ¿Cómo se va a morir con dignidad así?
Y bueno, yo ahí, con mis miedos secretos que jamás expresé en público, sin saber nada, participé en la labor que resultó ser menos horrible, porque soy mejor persona que mi tía. 
También me irrita un poco el mismo criterio de "no haré esa weá porque no me gusta" en todo orden de cosas, como "no me gusta ir al banco", o los hospitales, o los cementerios o todos esos lugares que implican algo tedioso o triste. 
En fin, amanecí vieja chota hoy

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