Entré a trabajar hace un par de meses. No trabajar de verdad, sino que estoy haciendo teletrabajo y es maravilloso.
No el trabajo en si, porque bueno, es un trabajo de oficina, con la diferencia de que no es en la oficina y por tanto no tengo que viajar 4 horas diarias.
Lo maravilloso es que tengo dinero y he podido gastarlo en todas las banalidades que se me han dado la gana, cosa que después de dos años sin recibir ni uno, pues se agradece.
Además hice retiro del 10% y me lo gasté en puras weás, para dolor de los intelectuales de twitter y del buen ministro briones, que espero no se entere que encargué una paleta de sombras a USA, una bebedero para una gata que probablemente me odia y ropa.
Me compré ropa porque no me compraba calzones hace 4 años conchetumadre! que chucha te importa en qué me gaste la plata? ay, es que hay que ser pobre, hay que haber perdido el trabajo, y si me quiero comprar un lujo, ay, es que me tengo que comprar libros también.
¿Qué libros querís que compre? Las weás que lee Karol Dance... carpe diem conchetumadre.
Fachos qlios, como los odio. En fin, ya me curé.
Yo venía a contar, por sobre todas las superficialidades, que también me hice socia de Ciper y de la Tercera, y el jueves me metí a un conversatorio de zoom, que se llamaba "Como impedir que las elites se tomen la constituyente?". Spoiler, no se puede.
Pero me sentí de pronto de lo mas sofisticada. Porque además, encontré en instagram una tienda en la que te suscribes y todos los meses te mandan 4 botellitas de vino para que los pruebes, así que en algún momento de la vida seré alguien que sabe de vinos.
Además que Rodrigo tomó un curso de cata de vinos cuando tenía como 5 años y obvio que se acuerda de todo... porque esas cosas no se olvidan.
Así que me he vuelto de lo mas aspiracional, pero confío en que se me vaya quitando a medidad que vaya adquiriendo cosas y descubra que esas cosas no me dan felicidad, solo ayudan a obtenerla.
Bueno, también me hice socia de una fundación para perros y otra fundación para gatos, así que mi conciencia está mas tranquila.
Me falta comprar una compostera y entonces me sentiré como capitán planeta.
También me compré un libro, si una no es fierro tampoco.