1) Maquillarme: ay, pero por quéeee? si te ves tan helmosa así toa natural!
Porque me guuuuusta maquillarme. Me gusta mirarme al espejo y sacarme las cejas y el bigote, y echarme 3 capas de diferentes colores de sombras de ojos, y delinearme, y echarme rimel y pintarme los labios. Me gusta, por el placer de hacerlo, por mirarme al espejo y ver a una persona maquillada mirándome de vuelta. me gusta, por la misma razón que me gusta pintarme las uñas. ¿Por qué no lo hago ahora? Por la misma razón por la que no tomo desayuno, no saco la basura y no me informo del acontecer nacional e internacional antes de salir de la casa: porque despierto muy tarde y no alcanzo a hacer nada eso.
2) Pintarme las uñas dos veces por semana: porque lo merezco.
3) Pensar: es algo que no he podido hacer con mucha frecuencia ahora último, al menos no de verdad sin un montón de interrupciones y esas cosas.
4) Ir donde el contador y quebrarle las piernas: Ok, todos sabemos que no será así, pero ganas no me faltan. En la oficina me arriesgo constantemente al conflicto con desconocidos y a que me hablen durante horas de cosas que no me podrían importar menos así que lo que menos me interesa es que ocupar mi preciado tiempo libre en hablar con un hombre que me marea con el solo recuerdo de su voz, pero lo cierto es que debo hablar con ese hombre, pedirle cuenta de mis cosas y regularizar mi situación tributaria. No, señor fisco, no es que no esté pagando impuestos, pero tengo que cerrar mi giro actual y empezar de nuevo y eso no lo podré hacer hasta que pueda tener algo así como mas de una mañana libre. Y un par de horas para luchar contra el hechizo del contador, que es un poco como Saruman cuando empezaba a hablarle a la gente en la torre... si es que eso ocurrió realmente, o si acaso salió arrancando como en la película o peor aún, si lo mataron como en el corte del director. ¿En qué mierda pensabas Peter Jackson?
Bueno, no es una fantasía... es mas bien una obligación.
Me quedan 7 minutos de almuerzo... oh man!
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