Confieso que tengo un gato y un perro en los sims del celular, y que mis sims les hacen cariño, porque no tengo mascotas en la vida real.
¿No es eso triste? ¿En qué me diferencio de esos japoneses que pololean con almohadas o tienen sexo con pulpos? Ok, si soy muy diferente a esos últimos, debo mencionarlo, como los hombres que viven mencionando que no todos los hombres son violadores.
Cuando se trata de perros, yo soy como esas mujeres que quieren tener un hijo y que babean con todas las guaguas que ven por el mundo, y le tiran palos a la pareja para que "se pongan en campaña", pero sin una conversación seria real. Se podría decir que soy una mujer que anda con la correa de paseo en la cartera. Lo bonito de querer tener perro en lugar de hijo, es que no tengo que preocuparme del reloj biológico. In your face, madre naturaleza!
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