lunes, 19 de noviembre de 2018

y ahora qué?

No encontré un título apropiado para esta entrada, porque tengo la mala costumbre de pensar los títulos antes de escribirlas, y luego no los puedo borrar... si tan solo existiera una tecla que permitiera hacer semejante cosa.
Lo cierto es que yo iba a escribir sobre lo deprimida que estaba, pero me puse a escribir sobre la risa. Así empezó Robbie Williams no? así se inspiró para escribir Rock DJ. No, la verdad es que me refería al otro, al que se llama Robin (llamaba).
¿Y por qué me doy el lujo de ser cruel? Porque soy una persona con dolor y los odio a todos, en especial al calor de mierda que me inflama mis heridas que ya son cicatrices y me duelen.
Lo cierto es que veo mucha depresión en mi futuro... relacionada con el dolor.
No solo con el dolor, sino que como el dolor no me deja hacer mucho, entonces me deprimo, porque ni siquiera las tediosas tareas domésticas me son posibles en su totalidad. Yo quería sacar los hongos del baño, dios santo! vengo fantaseando con eso desde julio!
Entonces pensamos en inmovilidad forzada y dolor y una ya se empieza a ir pa abajo rápidamente.
Y lo peor de todo es que ni siquiera puedo echarme a morir como la gente, porque no puedo estar una hora acostada en la misma posición porque ME DUELE!
Sin embargo, justo ahora, en estos momentos, con la bondades del ventilador, la noche que se ha llevado parte del calor y estos momentos sin dolor que estoy saboreando, me ha vuelto un poco del buen ánimo.
Y bueno, el folleto de "ahora que usted ha sido fileteado" decía que el ánimo es bastante variable en estos casos, por lo mismo, dolor, inmovilidad, la gente preocupada preguntándote constantemente si tienes dolor como si pudieran hacer algo al respecto. Y lo hacen, te acomodan los cojines, te consiguen marihuana, son awesome, pero una tiene un estado mental tan de mierda que finalmente no quieres que te hablen, que te llamen ni que te preguntes cosas, porque te dan ganas de decirles "por supuesto que me duele! me cortaron un músculo en la espalda y me metieron dos tubos, dios santo! lee el folleto!".
Pero la gente ya no es un problema a esta altura, que llamen y pregunten si quieren, el dolor es menos intenso en la actualidad.
Considerando esto, recurro al ejercicio mental que nació en mi probablemente cuando iba  a Lo Vasquez en bici pero que posiblemente estaba en mi cerebro desde antes, que es el ejercicio mental de "podrías tener este mismo nivel de cansancio pero podría faltarte mucho mas".
Así fue como en la mañana, mirando Suits (mi serie de depresión veraniega oficial, la empecé a ver el verano pasado y la dejé en el otoño y la retomé hace poco), como una mezcla entre zombie, vegetal y otras cosas malas, me puse a recordar la UTI, lo horrible que es la UTI, como cuando desperté de la anestesia y me dolía el brazo y aún faltaba tanto y en como podría estar agotada como me siento y estar apenas ahí... pero no estoy ahí, estoy en la comodidad del hogar caluroso, con un diagnóstico a medias que puede o no puede ser cierta enfermedad autoinmune de la que incluso diagnosticada se sabe poco...
Pero para que nos vamos a enfocar en lo malo, porque finalmente, es tal como Woody Allen dijo en una película "las palabras mas hermosas del mundo no son 'te amo' sino que 'es benigno'".
Me acordé que en mi segundo día en la UTI me dió una especie de ataque de angustia, porque claro, estaba yo sentada en la silla, me habían puesto de pie hace poco. Rodrigo había ido a hablar con el doctor para preguntarle cosas de mi. Entonces empecé a sentir como si no respirara lo suficiente, o como si se me fuera a detener el corazón.
Afortunadamente (o tal vez no, vaya una a saber), mis signos vitales estaban reflejados en la pantalla al lado de mi cama (ventajas de la UTI) y mi saturación estaba normal, al igual que mi ritmo cardíaco. ¿Qué mierda me pasaba?
Entonces me puse a pensar que recién había pasado mi primera noche en la UTI, que definitivamente me faltaba mínimo una segunda noche, con el baño de esponja a las 5:30 am, con el doloroso cambio de sábanas, con la gente que no te deja dormir, con las náuseas por los calmantes epidurales, con las visitas restringidas... y lo peor de todo, recién era la 1:30 de la tarde, faltaba una eternidad para el día siguiente, faltaba demasiado tiempo para todo! Y luego los drenajes ¿cuándo me los sacarían? Dios santo, faltaba una eternidad para todo, estaría para siempre ahí, y sintiéndome así, como en ese momento, como si no tuviera suficiente aire ¿cuánto iba a poder aguantar?
Intenté calmarme, respirar profundo, no tenía sentido sentirme ahogada si no lo estaba realmente... al final llamaron a la enfermera que tuvo la brillante idea de acostarme de nuevo en la camilla. Santo remedio, me había bajado la presión. No lo suficiente para ver puntitos pero si lo suficiente para causar un leve malestar.
Y ahora pienso en ese momento y claro, ahora estoy harto mejor, en la casa nadie me hincha las pelotas y puedo ir al baño sin pedirle nada a nadie.
Ahora solo debo encontrar la forma de ganar dinero regularmente sin volver a apatronarme... y pronto, pero eso es un detalle, no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario