Lo cierto es que siempre he odiado a la gente. Bueno, no siempre, solo desde que tengo uso de razón y mi santa madre me ha inculcado tan noble tradición.
Me molesta el concepto en si de vecino, esa cosa de salir y encontrar gente que te es completamente indiferente pero que debe saludar. Y si, tengo mi saludo frívolo como mecanismo de defensa, pero molesta igual... eeew, gente.
Estando con dolor, con el brazo a medio mover, con la sensación de que el músculo de la espalda se te separa del resto del cuerpo y con un dolor de pulmón reventado cuando estornudas no ayuda con el odio al concepto de vecino.
En mi casa actual no suelo tener tanto ese problema, porque finalmente acá la gente no me conoce y como acá son casas y no una comunidad dentro de un enrejado, pues puedes ignorar completamente a todo el mundo.
Distinto es un edificio, donde vive mi mamá, donde cualquier persona que te encuentres dentro del territorio es propensa a querer saludarte.
Pero no es por eso que odio a mis vecinos actuales. Los odio porque son personas desconsideradas y hacen que quiera tirarles agua con la manguera.
Tienen la costumbre de meter bulla los viernes en la noche. Se ponen a carretiar y cuando están suficientemente borrachos, sacan un parlante, un acordeón o una guitarra al patio y se ponen a cantar, casi al lado de mi ventana (por una cosa de ubicación de vivienda). Tenemos dos opciones: canciones de mierda de karaoke que solo son divertidas cuando TU eres el borracho y estás metido en eso (pimpinela, paulina rubio, zalo reyes, marco antonio solis... etceeeeeetera) o cuecas y canciones de Illapu. Es increíble la cantidad de veces que he tenido que escuchar Sobreviviendo.
En éste último casi encontramos una tragedia peor, la tragedia de la gente que CREE que canta bien.
La gente que cree que canta bien es un mal que me ha atacado hace pocos años, que es esa gente que en efecto no canta bien, pero como creen que si lo hacen, cantan, para empezar, mas fuerte de lo normal.
Empezamos mal.
A esto súmenle toda la autoconfianza que tiene esa gente, así que con su propia engrupición comienzan a cantar con efectos de voz, como si de verdad estuvieran en un concierto. Cuando una quiere dormir eso no es divertido, como tampoco lo era en la oficina, cuando quería trabajar, porque si, en algún momento de mi vida si quise trabajar.
Y bueno, anoche, mientras esperaba con temor el desenfreno de mis vecinos, mientras pensaba si sería peor el karaoke o las cuecas me encontré deseando en secreto que esa gente muriera y que la reunión resultara ser de una secta loca que decidiera suicidarse tomando veneno.
Entonces le encontré mas sentido a un momento divertido de los Simpsons.
Bueno, al final los vecinos se superaron a si mismos, porque no sacaron un parlante, ni una guitarra acustica, sino que un acordeón...
Pero no estuvieron mas de 5 minutos en el patio cuando decidieron entrar en su propia casa y dejar de meter bulla en el patio. Pude dormir.
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