jueves, 7 de noviembre de 2019

Las aventuras de Cathirijilla

En realidad fue una sola
Sabemos que la experiencia personal no sirve como argumento en una discusión, pero lo lindo de este blog es que no estoy discutiendo con nadie, así que... eso.
Además acá la cosa siempre se ha tratado de la autoreferencia, así que... bueno, pico.
Y bueno, mi plan de no seguir en redes sociales no resultó muy bien, porque tomé semejante decisión en un mal día... un día que había super marcha. Como a las 7:20 me enteré que el terminar donde tomo la micro hacia Talagante iba a cerrar sus puertas a las 8 de la tarde. Mi mamá quiso ir a dejarme al terminal. Mala decisión, camino hacia el terminal empezamos a encontrarnos con grupos de gente que protestaba y luego encontramos barricadas.
Lo complejo de una barricada cuando andas en auto, es que no puedes simplemente ir en dirección opuesta, porque el mismo taco no te lo permite.
Finalmente, en lugar de devolvernos a la casa de mi mamá, decidimos que nos iríamos en auto a talagante, porque hasta ese momento todo estaba normal en la autopista. Llegando a las cercanías del peaje de Malloco, nos encontramos con un taco, cosa que es muy normal en la autopista qlia, pero esta vez no era por accidente sino que por barricadas.
En un momento, vi que un grupo de capuchas se acercaron a una micro para hablarle al chofer, mientras yo imaginé que estaban diciéndole que se bajara junto a los pasajeros para quemar la micro, cosa que había ocurrido en Melipilla unos días antes. Pero luego de un diálogo que no pude escuchar, vi que los chiquillos (de no mas de 15 años) siguieron caminando en contra del tránsito por el taco y luego se devolvieron sin novedad.
Finalmente el taco comenzó a avanzar y debo reconocer que si tuve un poco de susto durante ese trayecto, porque solo tenía vista de una enorme fogata en medio de la autopista, impidiendo el paso de los vehículos hacia el peaje de talagante que era donde tenía que llegar.
Cuando ya estábamos frente a los capuchas, me doy cuenta de que están dirigiendo el tránsito para que los autos tomen un acceso hacia un camino interior, que es una ruta que algunos ocupan para hacerle el quite al peaje. Es una ruta poco popular porque implica meterse en contra del tránsito como por 300 metros.
Acá la cosa ya me dió un poco de risa, porque dentro de todo lo caótica que se veía la situación dos cosas llamaron mi atención:
1) Los capuchas estaban dirigiendo dos corridas de auto con la regla de 1 por 1, es decir, dejaban pasar un auto de una fila, luego de la otra, luego de la primera y así.
2) En un momento uno de los capuchas nos mira y le dice al otro que se corra para que "pueda pasar la tía" refiriéndose a mi mamá.
Ahí ya se me quitó el susto a mi, porque hasta antes de eso, los cabros chicos se me habían presentado como un grupo de weones impredecibles que me generaban tanta aprehensión como los milicos.
Un rollo que me alcancé a pasar era de que pudieran estar "cobrando peaje" para dejar pasar a los autos, cosa que tampoco ocurrió.
De todas formas el cortar la autopista para hacer que los autos tomaran el camino que se ocupa para evitar el peaje no tenía mucho sentido en mi opinión, porque tanto el peaje de Talagante como el de Malloco llevan dos semanas destruídos, los vehículos pueden pasar libremente y se ha convertido en el acto de vandalismo que todos apoyan, porque no solo porque la gente se ahorre el peaje, sino porque sin caseta de pago tampoco se arma el taco típico del sector.
Pero uy, los supermercados ¿Qué haremos sin supermercados?
Y bueno, yo le tuve susto a los capuchas, yo que vengo todas estas semanas diciéndole a mi mamá que los weones solo están atacando tiendas grandes, que no atacan a la gente, que no andan atacando las casa, al menos no en sectores como ñuñoa, yo que le hago el quite a los prejuicios al respecto lo mas que puedo... No puedo imaginar como se asustó mi pobre madre que desde el día 1 que se ha psicoseado con que un capucha la va a atacar en la calle o se va a meter a su casa.

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