Cuando estaba chica, nos tocó cantar La Petaquita de Violeta Parra en el colegio. Me acuerdo que cuando la canción llegaba al coro, que dice así "Pero algún día, pero algún día, abro la petaquita y la hallo vacía". Y como la melodía era tan melancólica y la interpretación de poemas no era algo que se caracterizara en la yo de 8 años, me parecía que era una canción sumamente triste. Es decir, su petaquita estaba vacía.
Pero el otro día, andaba medio entonada (es un aspecto importante, por eso lo destaco, lo prometo) y me puse a cantar la petaquita, y me di cuenta de que el contenido de dicho objeto eran "las penas y pesares que voy guardando", así que en efecto, que la petaquita haya estado vacía es algo bueno. Fue bonito darse cuenta, y gracioso, por notarlo luego de 22 años.
Pero después te acuerdas que Violeta Parra se suicidó y todo vale verga de nuevo.
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