Si yo fuera tan soberbia como son los canutos (que creen que "el señor" es el responsable de todas y cada una de las cosas que les ocurren), pensaría que el destino y la pachamama se traen algo contra mi. Pero no lo soy, soy humilde, como mi madre, que es humilde, decente y trabajadora.
No soy trabajadora, seamos honestos.
El tema es que claro, esta cosa del corticoide básicamente lo que hace es estresarme por la vida, así que yo, que ya era bastante intolerante a todos los aspectos de la vida, me he vuelto peor. Me molesta mas la gente que me roza en la micro, el señor que tose en el metro, el sol...
Bueno, el sol es tema a parte, se supone que no debo tomar sol, así que caminar dos o 3 cuadras bajo el sol a las 3 de la tarde es una especie de sacrificio que no es fácil de comprender para el resto de los mortales.
¿Querías ser única y diferente? ¡Acá lo tienes!
Estoy convencida de que debo tener algún leve grado de hipertensión, pero si no es así, al menos vivo muerta de calor todo el tiempo, cual mujer con bochorno.
Entonces, tenemos irritabilidad y calor.
Y a eso sumémosle la obra del señor, que ha puesto en mi camino tantas pruebas.
No vaya a ser que me vuelva canuta de verdad con tanto que hueveo.
Y bueno, la cosa es que he sido condenada a una vida de ruidos molestos, por todos lados.
Cuando voy donde mi mamá, hay dos situaciones que pueden presentarse en conjunto o por separado, pero jamás la desaparición total de ambas:
1) Hay maestros como a una cuadra que están todo el día galleteando o taladrando o aserruchando u ocupando cualquier herramienta eléctrica que mete bulla. O martillando, claro, mucho muy importante.
2) Un niño se columpia como a 100 metros de la casa con un parlante con raggeton.
El niño no va todos los días, pero aún no he descubierto si puedo o no hackear el parlante y tirarle la música que se me de la gana. Si logro hackear el parlante alguna vez en la vida creo que le pondría el audio de la mina de whatsapp, y si no funciona, entonces tendrá que ser música clásica, hasta que se aburra. No pierdo nada con fantasear.
Por suerte, yo vivo en la periferia, donde la vida es mas tranquila y ese tipo de cosas no ocur...
El vecino del frente decidió hacer un emprendimiento... algo piola, un taller mecánico... de autos. Así que todas las tardes, de lunes a domingo, hasta ya entrada la noche, el weón no solo tiene lleno de gente sino que o está galleteando o está haciendo andar motores.
No le deseo mal pero ojalá le pillen una masa misteriosa en el pulmón y tengan que operarlo dos veces.
Ay Cathy, no le desees cosas malas a la gente que te puede pasar a ti. JA!
Los odios a todos, en especial a los idiotas del jurado.
Al menos ayer ya bajé un poco la dosis y confío en que eso al menos me quite un poco de efectos secundarios.
Por mientras, los sigo odiando a todos.
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