Por supuesto que me iré, sé que me iré porque cuando las cosas se ponen difíciles no hay mas que abandonar.
Eso, fue una parodia de mi misma, o de la imagen que se tiene de mi.
Normalmente, cuando he renunciado a cosas en mi vida suelo arrepentirme... de no haberlas dejado antes.
Hubo un momento, en que recién comencé a buscar pega de nuevo, antes de entrar a lapiz lopez, que llegué a lamentar haber estado dos años metida en las bicis, porque sentía que eso estaba perjudicando mis posibilidades de conseguir un trabajo apatronado decente, porque en todos se requería experiencia. ¿Cómo le explicaba al psicologo laboral que había estado dos años sin hacer nada dentro del mundo apatronado? ¿Qué soy? ¿Una hippie?
Luego encontré trabajo y esos miedos se esfumaron completamente. Todo esto lo digo como para ayudar a mi memoria y para acordarme que en algún momento dije "esta es la última oportunidad", porque cuando me vaya ahora, lo que pruebe, tendrá que resultar y tendré que dejarlo para el resto de mi vida, porque no podré volver a la dinámica de trabajar, ahorrar y volver a tirarme con "algo".
Pero eso también es bullshit, si los jubilados pueden, yo puedo, no?
Y bueno, acá me encuentro con dos contadores de días, uno que me dice que me quedan 151 días y otro que dice que me quedan 58 días.
¿Y ésto por qué?
Porque un día hace dos semanas, un viernes, salí tan enchuchada de la oficina, luego de una semana difícil en que me sentí prácticamente trabajando en un call center de reclamos contra el registro civil o algo así, con problemas con el público y la gente de la misma oficina... tan enchuchada que casi me pongo a llorar en plena calle cual adolescente peleando con el pololo en el mall del centro de rancagua, tan mal que dije "no vendré el lunes, que se jodan todos, esta es mi vida y nadie tiene derecho a hacerme sentir tan miserable... a la chucha todo, eventualmente iré a buscar mi finiquito..."
Luego de la oleada de alivio de una idea así, me di cuenta de que no me aliviaba tanto la decisión en contraste con todo lo que se vendría y comencé a hacer planes de mejoras de mi vida. Una idea era volver a vivir con mi mamá, que está mas cerca del trabajo y... bullshit.
No era justo... no es justo que tengas que dejar pareja o familia de lado para estar en mejores condiciones para el trabajo, no soy una facha pobre para hacer semejante cosa.
Rodrigo me apoyó con la idea de renunciar pronto, pero entonces recordé que todavía estoy pagando el examen de sangre de 180 lucas cuyo resultado no sirvió de nada y decidí que estaría libre cuando terminara de pagar el dichoso exámen, cosa que espero lograr en agosto.
El problema, es que después de agosto, viene septiembre, y septiembre tiene 3 feriados y aguinaldo y eso implica un mes mas de sueldo para ahorrar, y después viene mi cumpleaños, y luego navidad y tengo familia y quiero darles regalos y así me encuentro renunciando en enero, que es el plan inicial.
Sé que me iré, la cosa es, cómo me hago el ánimo para vivir así hasta enero?
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