Cuando empecé a ver Orange is the new black, no entendía por qué las minas estaban siempre tan alteradas y se agarraban de las mechas por cualquier cosa. Luego, comprendí que estaban en la cárcel y que una con condiciones mejores que las de ella ya le anda ladrando a todo el mundo.
Hay veces en que alcanzo a pensar en todas las variables que forman al saco 'e wea promedio que viene o llama a la oficina. Tienen problemas, son seres humanos, han sido estafados reiteradamente por esta sociedad culera... etc. Y en paralelo pienso en la cansada que me siento, en lo agotador que es estarse poniendo constantemente en el lugar del otro y en la paja que me da, y caigo en el juego, de responder en el mismo tono, en mandar a la mierda y en decirles cosas horribles.
Luego me odio a mi misma, por no haber sido mas empática en lugar de caer en el juego de sacarnos los ojos.
No me gusta lo que soy acá. No me agrado.
Hay veces en que fantaseo con simplemente tomar mis cosas e irme de la oficina, sin decirle nada a nadie y no volver mas, hoy llegué a visualizarme caminando por la calle camino a mi casa. Pero hay que ser adulta, por al menos 232 días mas.
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