Por allá por el año 2005, cuando aún no comenzaba el transantiago, yo había comenzado a usar el metro con cierta frecuencia. Por ese entonces era un medio de transporte amigable.
Recuerdo que la gente si dejaba bajar antes de subir, porque el chofer si esperaba a que todos subieran para comenzar con el cierre de puertas. La gente que corría para alcanzar el metro que estaba por irse, incluso era menos que en la actualidad. Pero entonces la nación del fuego atacó.
No creo que haya sido solo el transantiago, también influyó que el metro se expandiera y abarcara mas público. Pero no me voy a detener en la causa.
La cosa es que el metro se volvió un medio hostil, cuya hostilidad se transmitió a la gente que lo ocupa.
A la gente ya no le importa empujar, gritar ni cagarse al otro. Dentro de un mundo hostil, el egoísmo es la premisa y la preocupación por el resto la excepción, porque si eres consciente y educado, si de verdad dejas bajar antes de subir, o que alguien pase antes que tú, simplemente no llegas a tu destino. Y entonces ves que basta con que el medio cambie solo un poco, ligeramente, para sacar lo peor de uno.
Algo semejante ocurre con el capitalismo, cuando necesitas plata para todo. Sin dinero no puedes hacer nada, no te puedes transportar largas distancias, no puedes comer... etc. Aunque una sea una hippie de mierda e intente vivir con lo básico, tienes que comer, vestirte y dios te libre si te enfermas o te sale una carie, porque entonces te sacan otra lonja.
Entonces necesitas un trabajo, y paradójicamente el trabajo trae consigo gastos nuevos, por lo que el hipotético sueldo tampoco es real.
El primer mes que estuve trabajando estuve con ataque, porque comencé a generar estos gastos nuevos sin tener el sueldo, necesitaba transporte. Entonces quise irme en bici a la pega, pero necesitaba luces (porque todas las que tenía habían desaparecido misteriosamente) y tuve que comprarlas... y el pasaje, y la comida... afortunadamente mi trabajo no existe ropa formal, y solo tuve que comprarme jeans...
Y el trabajo consume tu tiempo y tu energía, y al mismo tiempo no te da suficiente para compensar lo que te quita, entonces comienza el resentimiento y las malas prácticas, de ambos bandos. Porque el que está abajo siente como le chupan la sangre y patalea como puede, como se le ocurre... llega tarde, trabaja mal e incluso roba si puede, mientras que el que está arriba, intenta sancionar, o recuperar lo que siente le han quitado injustamente. Mientras que los que están mas arriba aún, ya adictos a lo que tienen, se limitarán a defenderlo, con uñas y dientes, defendiendo lo indefendible, justificando lo injustificable y sin pensar en el resto, tal como cualquier adicto.
Los humanos no somos así, si bien en el fondo solo queremos sobrevivir, como cualquier organismo vivo, hace mucho tiempo ya que descubrimos que se nos daba mejor la supervivencia cooperando entre nosotros, preocupándonos por el resto, etc. Aunque tal vez, si seguimos el tiempo suficiente en éste ambiente hostil, la empatía y la cooperación dejen de servirnos para sobrevivir y simplemente nos volvamos egoístas desde la médula... aunque es mas probable que controlemos el metal antes de eso, porque así es como funciona la evolución.
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